Tegucigalpa

A revisión tarifas de agua potable

Gerente del SANAA anuncia un análisis de las tarifas a fin de establecer categorías más justas y equitativas para los abonados de las periferias.

14.03.2014

El costo del agua es uno de los factores que influye en el desarrollo de proyectos de construcción, protección del recurso y en las finanzas del Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillado (SANAA).

El dilema sobre esta tema se basa en la mala distribución de los cobros, pues mientras los capitalinos más humildes que habitan en las periferias de la ciudad pagan 150 lempiras por el metro cúbico del vital líquido, en zonas residenciales se pagan apenas 6.00 lempiras.

Es por ello que sectores de sociedad civil, como la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), instaron a las nuevas autoridades del ente autónomo a realizar una revisión de las tarifas.

Silvio Larios, gerente de la Chico, manifestó que no se puede hablar de un mejor servicio si el cobro no es justo, si la gente que puede no quiere pagar el suministro y si en la capital el agua más cara la pagan quienes no pueden acceder al servicio.

“Si un metro cúbico lo conforman cinco barriles de agua, entonces estamos hablando que en las zonas marginales se paga entre el 30 a 50 veces más por un servicio que es un derecho humano”, afirmó.

Al respecto, Luis Eveline, gerente del SANAA, confirmó que la revisión de las tarifas se realizará en un corto plazo.

“La ciudadanía tiene que tener conciencia que debemos darle un mejor valor al agua, cobrar un costo equitativo y que no se mantenga el pobre como el que más paga por el servicio” afirmó.

Sin embargo, no detalló cuando se realizaría esta distribución, pero adelantó que todos los cambios pasarán por una reorganización de los cobros para que sean los abonados de mayor capacidad económica y reciben con más regularidad el suministro los que paguen un precio justo.

Costo del agua

Las autoridades del SANAA aseguran que para producir un metro cúbico de agua se invierten unos 10 lempiras en el proceso de potabilización.

El monto que se deriva de la compra de químicos y gasto de energía eléctrica es de unos 50 millones de lempiras.

Sin embargo, los abonados pagan un promedio entre cinco y seis lempiras por el metro cúbico de agua.

Es decir que un abonado de la categoría residencial tiene un promedio mínimo de consumo de 328.50 lempiras, el sector comercial de 325.25 lempiras y el industrial de 626 lempiras exactos.

Estos promedios se aplican a todos aquellos abonados que reportan problemas con sus medidores, por lo que se factura un monto que no es preciso.

Mientras los ciudadanos que reciben el suministro por medio de las 150 Juntas de Agua que operan en el Distrito Central pagan una tarifa de entre 80 a 120 lempiras mensuales.

Precio del acarreo

Sin duda alguna los que pagan el mayor valor por el suministro son los habitantes de las colonias más pobres, donde la distribución se realiza de una a dos veces al mes, como La Sagastume, Los Pinos, Villa Nueva, Ulloa, Nueva Capital, Altos de la Laguna y Nueva Jerusalén, entre otras.

Ante la falta de conexión del SANAA en la colonia Sagastume los habitantes reciben la visita de tanques cisterna privados de dos a tres veces por semana.

Martha Domínguez, una residente de la zona, asegura que deben realizar un sondeo de cuántas familias necesitan agua, porque si hay menos de 10 aunque llamen al vendedor no llegará.

“Es una situación dura la que vivimos, solo una vez al mes nos salvamos de pagar 30 lempiras por barril”, manifestó.

Y entre más alejada del centro de la ciudad esté la comunidad, más difícil es el acceso al agua.

En el valle de Amarateca, los residentes se ven condenados a comprar agua en camiones cisternas.

Raúl Ortiz, un vecino del lugar, viaja hasta dos veces al día a la colonia El Carrizal, donde compra un barril de agua de pozo -salada- a 5.00 lempiras.

“Me sale mucho más barato que comprar a los aguateros que no bajan el barril de 30 lempiras”, afirmó.

Campaña de concienciación comenzó en las escuelas

Ante los pronósticos de sequía en este verano, optimizar el uso del agua es la medida que a inmediato plazo se han planteado las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).

En ese sentido, funcionarios del ente autónomo iniciaron una jornada de capacitación que incluye a los alumnos de 200 escuelas y colegios del Distrito Central.

El inicio de la campaña de ahorro del vital líquido comenzó en la Escuela Cerro Grande Zona II.

Irma López, directora del centro escolar, consideró que la campaña de aprendizaje y concienciación se debe realizar en escuelas y colegios de todo el pais.

“Debemos aprovechar el espacio de formación de los niños para que los niños transmitan a los padres los conocimientos adquiridos sobre el ahorro de agua”, dijo.

Por su parte, Allan Aragón, portavoz del SANAA, mencionó que la campaña pretende crear consciencia en la población sobre la importancia de ahorrar el preciado líquido.

Agregó que el verano comienza y que la crisis de agua en las ciudades gemelas es real.

La campaña se extenderá a colegios y universidades públicas y privadas de la capital durante esta época.

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