Tegucigalpa, Honduras
Con mucho entusiasmo, don Francisco López abrió su pequeño taller de torno y fresado de repuestos a las 8:00 de la mañana, en espera de los clientes que a diario lo visitan.
Cuando ingresó al negocio, ubicado en la colonia Kennedy procedió a encender las lámparas y se percató que no había electricidad.
Ante la falta del suministro -vital para el funcionamiento de las máquinas- este emprendedor enfureció, pues con este, eran tres los apagones producidos en la semana.
Los clientes llegaron en busca de las reparaciones, la respuesta de don “Chico”, fue que no había energía que regresara más tarde.
Esta escena es una historia repetida en todos los barrios y colonias de la capital donde las interrupciones de la energía eléctrica se han vuelto frecuentes los últimos meses.
La deficiencia del sistema además de robarse los recursos de pequeñas y grandes empresas, también se roba la paciencia de los abonados.
“Esta situación es insoportable, todos los días es lo mismo, la energía se va en la mañana y en la tarde vamos en retroceso”, ratificó don Roberto Bustillo, otro afectado de la colonia Independencia.
Y es que los abonados de la capital no creen que se trate de “operativos de mantenimiento” como lo informan las autoridades de la estatal eléctrica, pues en las últimas semanas, se hacen interrupciones de bloques de 100 barrios de un solo y hasta cuatro veces por semana.
Malas noticias
Pese al justo reclamo de la población que paga por un encarecido servicio, las noticias para los abonados no son nada alentadoras.
Leonardo Deras, jefe de la Subgerencia Técnica de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), informó que lejos de disminuirse, los apagones serán continuos en el Distrito Central durante agosto.
El funcionario acreditó las fallas en el sistema a los fenómenos climáticos que ausentaron el invierno en toda Centroamérica que han disminuido la capacidad de generación del recurso en el país.
En el caso específico del Distrito Central, explicó que hay un déficit desde hace cinco años de transformación de electricidad en las diferentes subestaciones que suministran el servicio.
Empero, según el funcionario este problema local está a punto de terminar ya que la ENEE trabaja en las pruebas de funcionamiento de la subestación Amarateca que se cataloga como la más grande del país.
Esta planta se construyó a un costo de 23 millones de dólares financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y tendrá una capacidad de transformación de 200 millones de amperios.
Deras, detalló que la planta ya está construida y su operación reforzará en un 25 por ciento la capacidad de distribución eléctrica que hay en la actualidad.
“La planta de Amarateca ya está construida, estamos aplicando todo el protocolo para que entre en servicio”, dijo el entrevistado.
Añadió que la planta significa 200 megavatios más de transformación de energía que servirán para descargar todo el parque de transformación de la capital.
Los transformadores de Amarateca trabajarán en paralelo con los de Tegucigalpa y esto representa un 25 por ciento menos de sobrecarga en la red actual, señaló.
“Esta inversión garantiza un servicio eficiente por los próximos seis años en el Distrito Central”, insistió.
Son justamente las pruebas de la planta, las que iniciaron hace 15 días, lo que desató una ola de apagones en las ciudades gemelas y serán cada vez más constantes hasta el 26 de agosto, en especial los fines de semana.
Deras, detalló también que hay problemas de sobrecarga en los transformadores de la subestación Santa Fe, que abastece el 35 por ciento de los barrios y colonias de Comayagüela.
Asimismo, hay fallas técnicas en la planta Miraflores que suministra el recurso en 180 barrios y colonias cercanos de Tegucigalpa.
Crisis nacional
Si bien es cierto en la capital hay serios problemas en el sistema, en la actualidad los apagones son apenas el asomo de una crisis energética nacional.
La ausencia del invierno impidió la recuperación del nivel de agua en la represa hidroelectrica Francisco Morazán más conocida por los hondureños como “El Cajón”.
El gerente de la ENEE, Emil Hawit, informó que la falta de lluvia en la región y las elevadas temperaturas han agudizado la distribución.
Pese a la crisis la demanda se ha incrementado en un 40 por ciento, por las horas que se duplica el uso de aires acondicionados, sistemas de irrigación y sistemas de bombeo de agua potable.
“La población está haciendo uso de la electricidad sin ningún control y sin importar el precio”, sostuvo Hawit.
Si las condiciones se mantienen los técnicos de la estatal no descartan recomendar al cierre del mes, un plan de racionamientos en el país.
Deras, explicó que la aplicación de la medida depende de dos situaciones: la llegada de un invierno copioso y el uso adecuado que represente un ahorro para la ENEE por parte de los abonados.