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'Tú no metes cabra, saramambiche”, 'quiero darte”, 'ahora soy peor”: Un análisis a las letras de Bad Bunny  

En 54 canciones del príncipe del trap -incluyendo remix- predomina la redundancia, la simpleza de términos y los modismos callejeros de Puerto Rico. De 28,000 palabras, un 84% son repetidas

19.02.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un joven con el asiento semirrecostado avanza con su carro en la fila del tráfico con el radio a todo volumen. ¿A 70 decibelios (dB)?, ¿80 dB?, quizás 90 dB. Aunque el estridente sonido no es la molestia para algunos conductores, sino la canción y sus expresiones rimbombantes: “Te botééééééé… te di banda y te soltééééé”.

La voz de Benito Antonio Martínez suena en el dial. Una y otra vez. En el top de las más pedidas del día o en el listado de las favoritas de los programas radiales. También en las más reproducidas de YouTube y en varias playlist de la plataforma de música en streaming Spotify. A Benito lo conocen en la escena musical como Bad Bunny, un cantante puertorriqueño proclamado como el príncipe del trap.

El trap es el género musical más vilipendiado de la época. Superó el límite de rechazo establecido hace una década por su padre musical, el reguetón. Odiado en todos los frentes: por músicos, compositores, intelectuales, moralistas, feministas, educadores, ilustrados, entre otros. Y, a la vez, amado en masa. Una fiebre mundial. Casi un acto de fe ante el rosario de argumentos en contra para escucharlo. “La nueva religión”, dice Bad Bunny.

Aunque un género musical se suele definir más por los criterios de armonía, ritmo e instrumentos, el trap ha logrado sobresalir por las letras de sus exponentes: el lenguaje sexual explícito, la cosificación de la mujer, vanagloriar el machismo, el dinero como estatus social, exaltar la violencia y los antihéroes. Sexo y más sexo.

Para los no moralistas, el trap también es el género marcado por las construcciones poco elaboradas y la simpleza de su ritmo. Mezclar los sonidos generado a través de una consola con un guión preestablecido de palabras. EL HERALDO se dedicó a analizar la letra de 54 canciones de Bad Bunny -incluyendo remix- para determinar el grado de elaboración.

La primera conclusión es que hay una sobrecarga y redundancia. En sus 54 composiciones -incluyendo la participación de otros cantantes- hay unas 28,000 palabras, según tres programas informáticos dedicados a analizar textos. Sin embargo, el 84% son vocablos repetidos.

La repetición es una estrategia válida en la música porque es un recurso de memorización, además que influye el conteo de artículos y preposiciones, pero el mismo análisis aplicado a 54 canciones del fallecido Gustavo Cerati arroja que él empleó menos vocablos y con menor redundancia: unas 5,600 palabras, de las cuales el 70% están repetidas.

En sus letras, el artista puertorriqueño y sus colaboradores apenas llegan a formular un promedio de 1.6 sílabas por palabra, según la herramienta Wordcounttools. O sea, más empleo de monosílabos, así como artículos y preposiciones. En el caso del músico argentino, con una cantidad más baja de vocables, logra subir ese promedio a 1.8 sílabas.

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Palabras y expresiones
Eliminando los artículos, los pronombres y las preposiciones, las tres palabras más repetidas por Bad Bunny no son del español. Se trata de “yeh”, un término del inglés usado de forma informal cuyo significado es “sí”, que emplea 237 veces. Una condición que ocurre por la manía del trapero de cerrar sus frases con la expresión “yeh, yeh, yeh”.

Le sigue “baby” (“bebé” en español), en 201 ocasiones. Y en tercer lugar “yeah”, en 184 veces, equivalente a “yeh”.

Delimitados en el castellano aparecen “soy” en 172 ocasiones, “tengo” (124) y “quiero” (116). Por cierto, el artista menciona su nombre en 116 oportunidades, algo muy particular del género urbano.

Este primer análisis adelanta la simpleza de sus expresiones e ideas. En la disección aplicada a sus canciones, la frase más recurrente es “tú no metes cabra, saramambiche”. La repitió 44 veces. Curiosamente, logró ese número en una sola canción que lleva por título (¡sorpresa!) “Tú no metes cara, saramambiche”.

“Tú no metes cabra” es un sello de los caseríos boricuas. En el mundo callejero de Puerto Rico se usa para referirse a un rival frágil y débil, incapaz de oponer resistencia (“ni mete las manos”, diríamos en Honduras). “Saramambiche”, en cambio, es una deformación del insulto en inglés “son of a bitch”. Fue obra de Héctor El Father y resucitada por Bad Bunny.

La expresión “te voy a” sigue en el listado, en 25 oportunidades. La utiliza para referirse a “te voy a meter”, “te voy a buscar” o su contrapuesto “no te voy a llamar”. Aparece también “ahora soy peor” 22 veces, remarcada a la saciedad en la canción titulada (¡otra sorpresa!) 'Soy peor'. Y, confirmando la hipersexualidad de sus temas, su manifestación “quiero darte duro” en 16 ocasiones.

Palabras y frases más repetidas

'Yeh': 237 veces
'Baby': 201 veces
'Bad Bunny': 116 veces
'Tú no metes cabra, saramambiche': 44 veces
'Te voy a': 24 veces
'Quiero darte duro': 16 veces

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