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Ingrid Hsing: 'Soy más latina que taiwanesa”

La diplomática mostró su lado más sensible al hablar de su infancia en medio de la pobreza y la muerte de su mamá

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04.01.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con la huella de una infancia marcada por la pobreza en la que difícilmente le podía llamar casa a los palos y techo que sostenían su hogar, creció en las afueras de la ciudad de Taipéi la embajadora de Taiwán en Honduras, Ingrid Hsing.

Los pies descalzos, el sol implacable y un recorrido de más de 40 minutos fueron parte del sacrificio diario que emprendió para aprovechar un regalo bendito que salió del trabajo duro de sus padres y que tiempo después le cambió la vida: ¡educación!

Hsing conversó con EL HERALDO y mostró que no toda la diplomacia nace en cuna de oro, y que ni con todo el oro se puede comprar la vida.

Su nombre en español es Ingrid, pero en lenguaje chino cambia, ¿cuál es y qué significado tiene?

Mi nombre es Ying-Whei Hsing, lo escogió mi papá, y significa “isla brillante en el mar”, en referencia a Taiwán.

Hablemos un poco de su infancia en Taiwán.

Éramos muy pobres, vivía en una casa, no, no se considera casa, era como vivir con otros vecinos, luego ocupamos un pequeño terreno para montar un techo, sostenido con madera, muy humilde.

¿Rompió con la barrera de la pobreza para salir adelante?
En la mentalidad y energía de los chinos, los papás aunque ganen muy poco dinero y no lleven una vida de riquezas, siempre aprovechan lo que tienen para educar a sus hijos, entonces recuerdo que cuando yo era niña caminaba de 30 a 40 minutos para la escuela, porque sabía que tenía que estudiar, si no iba recibir corrección de mi papá.

Al final todo valió la pena, llegó hasta la diplomacia.
Pues para mí eso de llegar a la diplomacia fue el destino, fue una coincidencia, un deseo de Dios, porque yo soy de la carrera de Historia y en esa época yo no tenía intención de ser profesora como es lo que indica la carrera, entonces dije quiero ser funcionaria del gobierno y por casualidad existía la carrera diplomática, y dos compañeras íntimas se inscribieron buscando esa opción, les pregunté que era esa cosa, y sin saber de qué se trataba el último día me inscribí, graciosamente mis compañeras no fueron escogidas y yo sí.

¿Dónde fue su primera experiencia y cómo llegó hasta Honduras?
Mi primer puesto fue en España, entonces como no hablaba español en aquel momento tuve que esforzarme bastante, pero al final de todo salió bien. En Honduras llevo un año y dos meses, tuve esa suerte, lo llamaría suerte porque desde aquel momento que empiezo mi carrera diplomática siempre viviendo o trabajando en el mundo latino, estuve en Costa Rica, Panamá, Ecuador, Nicaragua, yo creo que soy más latina que taiwanesa. Llevo 41 años en diplomacia.

¿Ya sabía algo de Honduras al ser asignada?
Antes de ser asignada a Honduras, yo trabajé en una oficina llamada Oficina Comercial para Centroamérica, ahí me dedicaba a estrechar los lazos comerciales con países aliados, entonces ya tenía la suerte de viajar a Honduras por motivos de compra de café y conocer los puntos turísticos importantes: vine a Copán, Roatán, lugares destacados y en este año y dos meses he visitado mucho, según el mapa solo no he visitado Gracias a Dios.

¿Está casada?
Sí, mi esposo y yo nos conocimos y casamos en España, anduvimos de novios un año, pero por la situación nos sentimos solitos, ja, ja, ja, ja, entonces encontramos la media naranja, yo llegué a España porque fui asignada por la Cancillería, él llegó con una pasantía y por bendición de Dios nos casamos, tenemos dos hijas que nacieron allá.

¿Qué opina de la forma de ser de los hondureños?
De los hondureños me gusta que son súper simpáticos siempre, como yo he recorrido tanto y la gente me saluda, conociéndome o sin conocerme, siento como si fuera miembro de esta comunidad.

¿Extraña Taiwán?
De Taiwán extraño mi familia, la ciudad, hay tantas zonas que no conozco, siempre pasé poco tiempo en Taiwán, cuando terminé mi universidad al poco tiempo fui a España, luego a Costa Rica, después a Panamá, he tenido muy poco tiempo para conocer mi propio país.

¿Le gusta la música latina, tiene preferencias?
Me gusta mucho la música latina, me encanta porque bailo, yo bailo de todo, además mi propio estilo, ja, ja, ja.

Y para escuchar no me gusta lo de los jóvenes, como se llama rap, ja, ja, ja, como que está hablando, eso no, me gusta bailable y he bailado punta.

Todos pasamos momentos difíciles, ¿recuerda alguno en especial?
Mi papá está vivo, mamá no (murió el año pasado), ha sido, la verdad, un golpe fuertísimo porque pensaba que después de tantos años de trabajar en el exterior por fin podía acompañar a mis papás, porque cuando se me designó para ser embajadora de Honduras yo iba a jubilarme, estaba contentísima, (comienza a llorar) iba a acompañar a mi mamá, hasta hoy en día es como un castigo para mí, no pude acompañarla al final de todo, por eso cuando me dijeron que venía a Honduras tenía sentimientos encontrados, porque por un lado quería quedarme con mis padres acompañándoles y por otro lado mi responsabilidad de seguir luchando por mi país.

¿Le gusta alguna bebida en especial?
La verdad no puedo tomar licor, pero sí soy fuerte por herencia porque mi papá toma mucho, ja, ja, ja, así que tengo capacidad, por mi trabajo invito gente a cenar, invito a que toman y hacemos kan pei o seca la copa, ja, ja, ja, ja.

¿Cuál sería su mejor cualidad y qué es lo que no le gusta que le hagan?
Mi cualidad es la apertura, soy franca y simpática, siempre honesta, si hay algo que no se puede decir directamente entonces no se debe mentir, no mienta, no me gusta, si no me conviene decir la verdad entonces me callo, pero no miento. ¿Qué hará al terminar su período en Honduras?

De aquí en adelante quiero hacer lo que quiera, porque ahora no puedo escoger, pero siempre he querido ser voluntaria, viajar a diferentes lugares, sencillamente así, si no viajo voy a ser voluntaria.

¿Es una madre estricta?
Fui una madre estricta, mi hija mayor tiene su doctorado y trabaja en Vancouver, Canadá, y mi hija menor en Chicago, Estados Unidos.

¿Cuál ha sido su mayor pasatiempo?
Bueno cuando era joven mi pasatiempo era cuidar a mis hijas, limpiando la casa, ama de casa, crecí como las demás personas limpiando, en la casa, pero por la carrera diplomática cambiaron algunas de las cosas.