Liderando el Congreso, JOH aprobó entregar a narcos y a sus cómplices de toda calaña a Estados Unidos. Por razones desconocidas, su íntimo Porfirio Lobo Sosa ni otros tirados de pulcros que hoy gritan “justicia”, ni en sueños mandaron a capos al imperio. La gente señala que el indómito no podía ignorar la ruta de Tony Hernández, pero si la extradición no existiera, el desgorre sería peor.
Derrumbe
Desde diciembre de 2013 –en medio de citas secretas-, Los Cachiros, quienes hoy tienen en aprietos a la “clase política”, juraron cooperar con la DEA para rendirse, como así ocurrió, en enero de 2015. En abril de 2014, al inicio de su primera gestión, solo había caído Carlos Arnaldo “El Negro” Lobo, reo por delitos de narcotráfico. Nadie ideó la forma en que ese cartel quemó a medio mundo.
Ya cayeron ciertos políticos, banqueros y sus amigos, hijos, hermanos y unos cuantos gatos. Pelotazo al mero corazón de astutos que toda una vida se vieron intocables. Rodó Fabio Lobo –hijo del honorable Lobo Sosa- que no para de pedir legalidad, poniendo en duda el alegato del cachiro Devis Leonel Rivera Maradiaga. Empero, a los gringos no se les va chancho con mazorca.
El primogénito de Lobo Sosa estará casi treinta años en prisión por decisión de la jueza Lorna Schofield. No hubo piedad para el acusado quien –igual que muchos- fue delatado por Devis Leonel, que lo rotuló partícipe en varios trasiegos de droga, incluido uno de 2,500 kilos para el cartel de Joaquín El Chapo Guzmán que partió de Colombia hasta Limón, Colón.
Escalas
La lista también la engrosa cinco oficiales de Policía, uno de ellos ya condenado y cuatro que pronto oirán su pena. Todo esto ha ocurrido (a excepción de la entrega discreta de Los Cachiros) durante el primer régimen de JOH y parte de su segundo en el que hace dos semanas cayó su hermano Tony Hernández sindicado como “capo a gran escala”.
De esta forma, rivales de JOH intentan driblar la realidad, tapar su recado previo a la pasada convención cachureca cuando el indómito confesó que la captura de su hermano era un golpe duro a su familia, advirtiendo que “ningún familiar, amigo, correligionario o cualquier ciudadano” se le acerque “para pedirme favores”.
Luego, sus enemigos políticos, aquellos que derrocaron a Manuel Zelaya Rosales, pidieron su renuncia. ¿A qué le temen? ¿A las chachas o no entendieron sus entrelíneas?
Abordar
Los soñados de pulcros, autoproclamados “defensores de la democracia” que se clavaron camisetas blancas tras sacar a Zelaya Rosales en junio de 2009, son los mismos que de nuevo están poniendo en peligro la débil institucionalidad del país exigiendo la salida de JOH pues, de repente, figuran para volar al imperio por narcos. Sabemos de sus pasos con el mundo ruin.
Si bien JOH no es –repetimos- ningún santo bajado del cielo, ustedes tampoco lo son, tajo de viles hombres de una patria que han pisoteado de mil formas. En el escenario brotan, además, los falsos protectores de derechos humanos que montan plataformas para mantener el caos a todo nivel ocultando el tonelaje de basura en sus vidas.
Locos
Varios se andan promoviendo para suceder al indómito sin pensar que una fuerza terrenal lo sostiene aún en el cargo para que cumpla a pie juntillas los pactos de lucha contra la corrupción, la impunidad y el narcotráfico. Nadie podrá ocultar actos de pus en su régimen, además del desgaste de su partido en el poder, pero sucederán otras cositas para bien de la nación.
Desde 2009 ya nadie está seguro en el trono. Quienes violan la ley, roban sin piedad ni pudor y se hacen los locos sembrando la anarquía, les espera cárcel, así que no se afanen tanto por el poder que más temprano que tarde se desplomarán por delincuentes. Dios es justo.
