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Ante los daños hay alerta para proteger Biósfera y arqueología

La Biósfera del Río Plátano es una de las reservas forestales más importantes que tiene la región centroamericana. Su devastación amenaza la vida y el ambiente.

17.11.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El gobierno hondureño llamó recientemente a proteger la reserva forestal del Río Plátano, en el este del país, una zona amenazada por la tala indiscriminada donde años atrás descubrieron vestigios arqueológicos de una civilización precolombina.

Acompañado de una comitiva de expertos, militares y funcionarios, el presidente Juan Orlando Hernández visitó la zona que tiene 500,000 hectáreas de bosque y una rica biodiversidad, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2011.

“Es molesto ver el nivel de nuestros bosques (...) Tenemos que tomar una serie de medidas. Se trata de controlar la deforestación, pero también restaurar”, alertó Hernández durante la visita.

El presidente hondureño acusó al crimen organizado por la tala indiscriminada del bosque, que afecta a la fauna de la zona.

El mandatario alertó que camiones cargados de madera sacada de la Biósfera transitan en horas de la noche, lo que hace urgente tomar acciones de protección.

Durante la visita, expertos extrajeron una pieza arqueológica, la más grande descubierta desde 2015, en lo que científicos dieron en llamar Ciudad Blanca o Ciudad Perdida.

La Ciudad Blanca fue descubierta en 2015 por arqueólogos que usaron una tecnología que permite explorar entre el bosque los vestigios de ciudades completas.

Las exploraciones les permitieron extraer piezas arqueológicas consideradas de gran valor cultural.

DEVASTACIÓN

La reserva forestal cada año pierde miles de hectáreas de bosque. peligra uno de los pulmones del mundo.

Patrimonio mundial
En 1982, la UNESCO declaró la Biósfera del Río Plátano como patrimonio de la humanidad.

Esta reserva está compuesta por tres sectores: la zona núcleo posee una extensión de 210,733.19 hectáreas; la zona de amortiguamiento por 197,441.99 hectáreas y la zona cultural por 424,166.92 hectáreas.

Desde hace varios años, los gobiernos hondureños han venido pidiendo el auxilio internacional para conservar la Biósfera, sin embargo, ellos han hecho muy poco para detener la deforestación.

La tala se produce para el aprovechamiento de la madera y otro para establecer potreros para la ganadería. Aquí han operado y continúan haciéndolo personas vinculadas al poder local como también al crimen organizado y al narcotráfico.

Un estudio del Instituto de Conservación Forestal (ICF) divulgado por EL HERALDO en el 2014, revelaba el desastre. Solo entre el 2006 y 2011 se perdieron 39,763.17 hectáreas de cobertura de bosque. “Es decir que cada día se descombran o destruyen 22 hectáreas, lo que equivale a una destrucción por hora de dos campos de fútbol”, apuntaba entonces el reporte.

Actualmente no hay ningún reporte oficial de la verdadera situación de la Biósfera, sin embargo, fotografías a las que tuvo acceso EL HERALDO muestran cómo los narcotraficantes, coludidos con algunos líderes comunitarios, destruyen despiadadamente centenares de hectáreas de bosque de la reserva forestal, sin que haya una autoridad que los controle.