Tegucigalpa

Nueve mil toneladas de escombros invaden el cauce de los ríos de la capital de Honduras

Desechos de construcción, depositados de manera ilegal en los afluentes, son el mayor detonante de los desbordamientos de ríos y quebradas. Urge la reparación de colector y subcolectores de sistema de saneamiento

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09.07.2018

Tegucigalpa, honduras
Los ríos y quebradas de la ciudad son víctimas del descuido y las malas prácticas ambientales de los capitalinos.

Uno de los principales problemas que han identificado las autoridades de la comuna es que los afluentes de Distrito Central se han convertido en vertederos de desechos de construcción.

Se estima que en la ciudad se produce un promedio de 30 mil toneladas de desechos de construcción, de los cuales el 30%, es decir unas nueve mil toneladas, se dejan sin remordimiento en la ribera de los ríos y quebradas de la ciudad.

Esta situación ha generado que algunos afluentes disminuyan su cauce y hasta se puedan generar desbordamientos.

Para hacerle frente a este mal, que es aun peor que la basura que sale de los hogares, las autoridades locales impulsan proyectos para recuperar el cauce de los ríos con maquinaria especializada y a través de dragados.

Y es que el manejo de este tipo de desechos se ha convertido en un reto para las autoridades, pues del estimado de 400 puntos ilegales de basura, la mitad corresponden a vertederos ilegales de desechos de construcción.

German Pavón, titular de la Superintendencia de Aseo Municipal, detalló que hace algunas semanas se removieron cinco mil toneladas de desechos de construcción en La Concordia y que hace cinco años se retiraron 26 mil toneladas de escombros de la capital.

Juan Carlos García, primer regidor de la Corporación Municipal, informó que esta administración evalúa estrategias para controlar esta situación. Entre las posibles soluciones es que se habilitará un espacio público para que se depositen de manera ordenada los escombros que se generan en las construcciones.

Foto: El Heraldo

Una cloaca abierta
Este no es el único problema. Los nauseabundos olores que emanan ríos y quebradas de la capital, sobre todo durante verano, se deben a que el 60% del caudal corresponde a aguas residuales.

Carlos Hernández, gerente de la División Metropolitana del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), explicó que solo el 17% de la población abonada al SANAA recibe el servicio de tratamiento de aguas residuales.

Por ejemplo, los pobladores de la Kennedy y San Ángel sí reciben este servicio.

También detalló que hay un promedio de cien proyectos residenciales que funcionan con una especie de planta de tratamiento. Mientras que el resto de los abonados depositan sus aguas negras en los afluentes, que al final llegan al río Choluteca.

Reconstrucción de colector
El deteriorado sistema de saneamiento de la ciudad requiere de la reparación de dos subcolectores: río Chiquito, río Guacerique y un colector que es de diez kilómetros, que es el del río Choluteca.

Además, se tiene contemplado construir una nueva planta de tratamiento en la colonia Altos de Miramesí.

Para ello, las autoridades requieren de un promedio de cien millones de dólares, un estimado de 2,400 millones de lempiras.

En la actualidad, este proyecto se encuentra en proceso de evaluación y aún se está a la espera de instituciones que puedan financiarlo.