El horror que vivió la pequeña Keilyn Veliz al ser herida de bala en el ataque en que murió su padrastro, se volvió una experiencia de solidaridad, amor y esperanza.
El ángel mensajero es el doctor Domingo Avelar, quien operó a la pequeña Keilyn, de 13 años. Inclusó, la ayudó a viajar a los Estados Unidos para salvar su vida y darle la oportunidad de un mejor futuro.
'La gente me pregunta por qué hago esto, honestamente no lo sé, Solo quiero hacer lo correcto', dice Avelar al diario The Patriot News, de Pensilvania, quien publicó la conmovedora historia.
Pero no solo es el artífice de este nuevo rumbo en la vida de Keilyn, también es un apoyo espiritual de la pequeña.
'Todos están orando por ti, lo sabés', le dice a la pequeña a fin de confortarla.
'Mi página de Facebook está llena de personas que oran por ti. Eres un milagro', agrega.
La tragedia de Keilyn comenzó en junio del 2012, cuando un hombre armado entró a su casa en Honduras, matando a su padrastro y dejándola herida de bala.
La bala entró por el costado derecho y salió por la izquierda del cuerpecito de Keilyn, muy cerca de órganos vitales.
En su recorrido, el proyectil rasgó el esófago y partió sus pulmones. 'Es un milagro que en su trayectoria no dañó la aorta y su corazón', resaltá el doctor Avelar, cirujano pediatra del PinnacleHealth System.
Una esperanza
El doctor Avelar conoció la tragedia de Keilyn en octubre del 2012, durante la brigada médica que anualmente realiza a Honduras para operar a niños que requieren de cirugías, pero no pueden costearla.
La condición de la paciente era delicada. Los médicos sacaron la parte superior de su esófago que estaba intacto a través de su cuello e insertaron una fistula para drenar la saliva.
Debido a esta situación, la menor era alimentada a través de un tubo, por lo que solamente pesaba 30 libras. Necesitaba una rara operación llamada interposición de colon, que permite usar parte de este órgano para reemplazar el esófago.
Sin embargo, debido al estado de malnutrición en el que se encontraba no podía ser intervenida.
Al ver la necesidad de Keilyn, el doctor Avelar, con ayuda del ministerio Casa Corazón, perteneciente a la Iglesia Menonita de Moutville, en Lancaster Country, una organización que patrocina viajes de niños hondureños a Estados Unidos, se logró trasladar a la pequeña para ser operada.
En mayo del 2013, Keily vivió en el hogar de Prudence y Darin Martin, hasta estar lo suficientemente fuerte para la operación.
Su anfirtiona es una enfermera que trabaja en el Lancaster Regional Medical Center, quien también participa en las brigadas médicas a través de la Casa Corazón.
A principios de enero, el doctor Avelar operó exitosamente a Keilyn, quien aumentó 35 libras y había crecido dos pulgadas desde que estaba bajo el cuidado de la familia Martin.
Prudence comparte las fotografías de Keilyn cuando la conocieron, las imágenes muestran una pequeña niña con unas delgadísimas piernas y cabello muy fino.
Irrenocible en comparación a la sonriente niña de cabellos negros y ondulados, que por ahora llena de luz el hogar de los Martin, hasta su regreso a Honduras.
En los meses que ha permanecido en la ciudad de Lancaster, Pensilvania, los Martin no solo han cuidado fisicamente a Keilyn, también le han eseñado a hablar inglés, sumar, restar y multiplicar.
También han compartido algunas aventuras, como el viaje al parque Hershey y al desfile de Día de Acción de Gracias de Macy's.
Otra de sus aventuras fue cuando la ayudaron a hacer su primer hombre y un ángel en la nieve.
'No tenemos hijos y esta es nuestra manera de devolver algo. Tenemos una gran cantidad de amor y estos niños lo necesitan', dice Prudence.
Esta amorosa enfermera recuerda que cuando Keilyn llegó, no tenía energía y se movía en un ciclomotor. 'Al estar mejor nutrida, comenzó a florecer'.
Al servicio de los necesitados
El gran actor que ha permitido que tantan vidas sean tocadas, ha sido el doctor Domingo Avelar, quien de manera gratuita ofrece sus experiencia quirúrgica y el PinnacleHealth System provee todo lo necesario para la cirugía en el Hospital Harrisburg.
Avelar solo ha hecho 20 operaciones similares a la de Keilyn, pero nunca a ningún paciente tan joven como la pequeña.
Este doctor oriundo de Filipinas, tiene una gran pasión por servir a los demás, que comenzó en su natal Manila, donde atendía pacientes de manera gratuita cuando aún estaba en la escuela de medicina.
Participó en muchas brigadas médicas, pero frustado porque muchas veces solo se podía atender a pocas personas, inició en 1977 la propia llamada World Surgical Foundation.
Su esposa Vinnie, quien es anestesióloga, generalmente viaja con él durante las brigadas médicas.
Además de la atención gratuita, también apoya a los hospitales, donde lleva desde ventiladores hasta máquinas de anestecia, utensilios para los cuartos de operación y más.
Recientemente, World Surgical Foundation recaudó fondos para ayudar a las Filipinas, después de ser golpeada por un tsunami en el mes de noviembre.
Sonrisas y bananos
A pesar de la cantidad de pacientes en estos años, la pequeña Keilyn le ha robado el corazón, no solo por su su sonrisa ganadora, sino por su amor por las bananos.
Y es que al permítirsele comer alimentos sólidos después de mucho tiempo, Keilyn estaba muy emocionada de poder probar bananos otra vez.
'Quisiera no tener que regresar. Voy a extrañar a mi familia', dijo una sonriente Keilyn al ver a Prudence.
Pero la despedida no será para siempre, porque volverán a verse cuando Prudence visite nuevamente suelo catracho con otra brigada médica.
'Los niños son muy resistentes. Estoy feliz que ella pueda tener una vida normal ahora', reflexiona Avelar.
Mientras Keilyn inicia una nueva etapa, el doctor Avelar continará visitando Honduras y Filipinas anualmente para ayudar a otros personas que lo necesiten.
A sus 70 años, sigue apasionado por atender más pacientes y en febrero volverá a Honduras, para seguir llevando atención médica donde se necesite.
Esta hermosa historia que enlaza tanta vidas también ha sido difundida por medios locales de Pensilvania, en los que se resalta cómo el trabajo de este humilde doctor le ha dado una segunda oportunidad a la pequeña Keilyn y sigue por más.
Su retorno a Honduras será en el mes de marzo, trayendo consigo una nueva oportunidad gracias a la operación que salvó su vida y le infundió una gran dosis de amor.