GRACIAS A DIOS, HONDURAS.- Varias toneladas de alumentos fueron transportados hasta el departamento de Gracias a Dios, en La Mosquitia hondureña, las cuales llegaron al país en calidad de donaciones y ayudas humanitarias por la Fundación Feed the Hungry (Alimenta al hambriento).
La movilización de los alimentos se llevó a cabo a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), en conjunto con la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), tras instrucciones del Poder Ejecutivo, buscando darle prioridad a las necesidades de los misquitos.
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La ayuda consistió en 16 toneladas de alimentos, una tonelada de medicamentos, ropa y kits de bioseguridad, y la entrega de 2,000 Bonos Productivos Tecnológicos de la SAG/DICTA.
El buque logístico BALC «Gracias a Dios» y La barcaza de desembarco de uso general (Landing Craft Utility, LCU), sirvieron como puentes para trasladar las donaciones enviadas desde Puerto Castilla, hacia los municipios de Brus Laguna, Villeda Morales y Puerto Lempira.
La zona de La Mosquitia presenta muchas necesidades debido a su vasta geografía y difícil acceso, por lo que las autoridades manifestaron que esperan que las toneladas de comida le sirve en gran manera a las familias que residen en el sector.
Iglesias, ONG e instituciones benéficas, también colaboraron en la distribución y entrega de los alimentos de casa en casa.
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“Hemos gestionado estas ayudas humanitarias con una organización de los Estados Unidos, llamada Feed the Hungry, y el objetivo es llevarla hasta esta zona del país que ha sido históricamente abandonada y entregarla a cientos de familias de La Mosquitia, gracias al trabajo interinstitucional de la Sedesol y Sedena.” declaró el ministro de la Sedesol, José Carlos Cardona.
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La Mosquitia es una zona protegida, pues ahí se encuentra la Reserva Natural del Rió Plátano, declarada por La UNESCO patrimonio de la humanidad, siendo que es el área boscosa mas extensa de Honduras y también es conocida como la “Amazonas de Centroamérica”.
La red de ríos y lagunas en La Mosquitia conforman la reserva de agua dulce más grande en Honduras, sin embargo, también es reconocida por el alto costo de vida.
La lejanía, las dificultades para poder llegar y otros obstáculos más, mantienen al sector al margen del desarrollo, el crecimiento económico y la inversión.
