Honduras

Inicia administración de Nasry 'Tito” Asfura

En un acto sobrio y mesurado, pero fiel a los puntos protocolarios, se juramentó a las nuevas autoridades que dirigirán las
arcas municipales del 2014 al 2018.

07.04.2014

Las agujas del reloj rozaban las 7:50 de la mañana cuando sobre el pecho de Nasry “Tito” Asfura descansó por fin la suave banda municipal de tafetán con el imponente escudo de armas de la capital.

Mantuvo su postura recia, pero a la vez sencilla, mientras Ricardo Álvarez, jefe Municipal saliente, ajustaba con paciencia el símbolo protocolario a la medida del cuerpo de su sucesor.

De esta forma empezó a gestarse ayer el traspaso de mando municipal ante la mirada de cientos de invitados y que posteriormente derivó en la juramentación de Asfura como alcalde del Distrito Central por el período 2014-2018.

A la par del edil también asumieron funciones el vicealcalde y los diez regidores de la nueva corporación municipal, sobre la cual recae el reto de desarrollar las ciudades gemelas.

Evento sobrio y elegante

El evento se ajustó a la demanda del nuevo edil sobre desarrollar un acto sobrio, austero, pero elegante, en las instalaciones del plantel municipal, ubicado en la colonia 21 de octubre.

Desde las 6:00 de la mañana, por el predio comenzaron a desfilar los diplomáticos, políticos, funcionarios y empresarios invitados a la magna ceremonia acariciada por una densa brisa.

Entre estas personalidades destacaron Juan Orlando Hernández, presidente electo de la República, y María Antonieta de Bográn, actual designada presidencial.

Además, se dieron cita los ciudadanos ligados a la estructura política de las nuevos funcionarios y los empleados municipales.

Pasadas las 7:00 de la mañana, los organizadores convocaron a las autoridades para desarrollar el acto público y verificar el quórum municipal, como lo mandaba el programa protocolario.

En el centro de la tarima se ubicaron las figuras principales: por el lado izquierdo estuvo Álvarez, acompañado de su vicealcalde Juan Diego Zelaya y los regidores salientes.

De la misma forma se ubicó “Tito” Asfura, sentado a la derecha, junto al ahora brazo derecho de su gestión, Juan Carlos García, y los diez integrantes de la nueva corporación municipal.

Y cumpliendo con el orden de precedencia, Juan Orlando Hernández se situó al centro de ambas representaciones.

El aura solemne llegó con las plegarias elevadas por Carlomagno Núñez, canciller de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, y la oración tedeum, pronunciada por el padre Juan Ángel López, párroco de la iglesia Santo Domingo Sabio.

“El señor Alcalde entrante quiso que el pueblo lo conociera con un eslogan simpático: ‘Papi a la orden’. No solamente es un gesto de buenos modales, sino que refleja la personalidad de él”, reflexionó López.

Posteriormente, el Himno Nacional de Honduras resonó de manera majestuosa por parte de la Banda de Los Supremos Poderes.

Asume “Tito”

El público silenció totalmente cuando Ricardo Álvarez se paró y cogió la preciada banda municipal. Era el momento de entregarla al nuevo alcalde.

En un instante sencillo, escueto y lleno de camaradería, el edil saliente impuso la banda amarillo y azul de la comuna a su sucesor, perteneciente al Partido Nacional.

Inmediatamente, el funcionario fue juramentado por Rigoberto Herrera, gobernador político de Francisco de Morazán, poniendo su mano sobre la Constitución de la República.

Asfura también recibió el fino bastón de mando de parte de Álvarez, como simbolismo del traspaso de autoridad y poder.

Después, su madre Gloria Zablah le impuso el pin municipal y terminó prestando tradicional juramento ante la Biblia, Dios y los ciudadanos, frente a su esposa Lissette del Cid Asfura.

Acreditado como Alcalde municipal, “Tito” pronunció un efusivo discurso, donde recalcaba los valores del trabajo y el servicio que emprenderá en su administración.

“Y como el patrimonio municipal es del pueblo capitalino, no voy a permitir los abusos, ni el despilfarro. He sido un hombre de empresa privada y sé cómo obtener el mejor provecho de la utilización de recursos”, enfatizó.

Asimismo, Juan Orlando Hernández expresó sus palabras de congratulación a la gestión saliente por sus acciones y al nuevo titular de la silla municipal, debido a que conoce su actitud emprendedora.

“Así como es de grande ‘Tito’, así es de grande el corazón que tiene (...) He podido ver su sensibilidad y eso es muy importante para un político, porque nosotros estamos para servir”, reflexionó.

A la vez, prometió que el gobierno central y la municipalidad trabajarán conjuntamente para continuar modernizando las ciudades gemelas.

La jornada finalizó con el juramento del resto de los integrantes de la corporación municipal, quienes acompañaron al edil a tocar la campana como anuncio emotivo al pueblo que habían nuevas autoridades.

Es de resaltar que el alcalde saliente, Ricardo Álvarez, no pronunció ningún discurso, como se había programado, pero si publicó un mensaje de despedida en las redes sociales.

¡A romper el protocolo!

Pero para el alcalde Nasry Asfura la clausura del acto solo significó una breve pausa y la fiesta continuó más allá de la tarima, fuera del lente del protocolo.

Fiel a su estilo extravagante, “Tito” prácticamente se avalanzó en el mar gente que había llegado de los barrios y colonias más humildes de la ciudad.

“Voy a dar declaraciones después de saludar a la gente, a todos los voy a saludar”, repetía con su voz tosca ante el asedio de la prensa y a quienes gritaban y pedían un abrazo con él.

“Por aquí, papi a la orden”, “¿Qué tal está?”, “A trabajar mucho, ¿verdad?”, expresaban sus simpatizantes en medio de aquella insólita situación.