Periodismo de Impacto

Giro del destino convierte a hermanas en expertas en recuperación de desastres

Lo que comenzó como una forma de ayudar a su comunidad a ponerse de pie después de un desastre hace seis años se convirtió en recovers.org,
23.06.2017

Boston, Estados Unidos
Las hermanas Morgan y Caitria O'Neill nunca esperaban que un tornado golpeara su pequeña ciudad natal en Massachusetts o que, cuando lo hiciera, la recuperación del desastre cambiaría sus vidas.

El 1 de junio de 2011, un par de tornados arrasaron las zonas occidentales del estado, sorprendiendo a los residentes con su brutalidad y violencia, y causando las primeras muertes relacionadas con un tornado en 16 años.

Uno de los tornados, clasificado como un enorme F3 con vientos estimados en hasta 260 km/h, rugió a través de la ciudad natal de las O'Neills de Monson, Massachusetts, dañando gravemente su casa. Casi de inmediato, la devastación convirtió tanto a Morgan, de 24 años, como a Caitria, de 22 años, en expertas en recuperación de desastres.

'Empezamos a responder preguntas y a tomar decisiones, porque alguien tenía que hacerlo', dice Morgan. 'El 1 de junio, no éramos expertas en desastres pero el 3 de junio de ese año, comenzamos a parecerlo'. En esos frenéticos primeros días, 'construimos nuestra máquina de recuperación', dice.

Lo que comenzó como una forma de ayudar a su comunidad a ponerse de pie después de un desastre hace seis años se convirtió en recovers.org, una web gratuita y fácil de usar para ayudar a otras ciudades a organizar rápidamente la ayuda tras un desastre.

Se puede poner en marcha en cuestión de minutos, ayudando a los organizadores locales de apoyo a convertir el interés por ayudar en acción organizada, dice Chris Kuryak, jefe de operaciones del proyecto. 'Es algo que podría ser desplegado después de cada desastre por cualquier organizador local', dice.

Las hermanas diseñaron el sitio web para ayudar a los ciudadanos a manejar voluntarios y donaciones, rastrear datos sobre el desastre y solicitar subvenciones y ayudas a través de canales oficiales como el FEMA, el Ejército de Salvación o la Cruz Roja.

También vincula a los voluntarios con las víctimas, permitiendo que ambos grupos alerten a los demás de lo que se necesita y de su capacidad para ayudar.

Pero el sitio no es sólo para los locales: a menudo después de un desastre, la gente de todo el país y el mundo, movidos por las fotos y los informativos, tratan de ayudar pero no saben cómo. Recovers.org permite a la gente de todas partes saber lo que más se necesita y la mejor forma de donarlo.

Lo que es clave, dicen las hermanas O'Neill, es capturar la atención pública inmediatamente después del desastre, antes de que la atención se desvíe a otro evento. Después de un desastre natural, sólo hay una pequeña ventana antes de que el mundo vuelva su simpatía (y donaciones) a otros lugares, por lo que es importante estar preparado en todos los aspectos de la recuperación, dicen.

'Después de un desastre, hay una marea de buena voluntad', dice Kuryak. 'Hay personas que quieren donar y personas que quieren ser voluntarios'.

Las víctimas tienen siete días para capturar el 50% de las búsquedas en la web sobre un desastre, de acuerdo con Google Trends, dice Caitria, ahora de 28 años e investigadora en Facebook. Recovers.org ayuda a las poblaciones locales a responder de inmediato ante los desastres mientras se espera a que el gobierno y otras organizaciones sin fines de lucro se movilicen.

Algunas comunidades utilizan el sitio como una herramienta de preparación pero la mayoría encuentran el sitio después de un desastre, dice Kuryak.

Foto: El Heraldo



La organización ahora alberga más de 200 sitios de recuperación para comunidades de todo el mundo. Cada sitio web tiene todas las funciones necesarias en un solo lugar: desde lugares con duchas hasta dónde recibir comidas calientes, inscribirse para donar o ser voluntario y maneras de solicitar ayuda de forma privada.

El software ha sido usado para grandes y pequeños esfuerzos de recuperación/organización de desastres naturales y artificiales, desde una inundación en una pequeña ciudad en Alberta, Canadá, hasta incendios forestales en Big Sur e incluso para la súper-tormenta Sandy.

El mes pasado, cuando unas inundaciones masivas golpearon Neosho, Misuri., la ciudad utilizó una web de recovers.org para organizar su esfuerzo de recuperación.

En Lismore, Australia, después de un golpe directo de un ciclón tropical en marzo, Maddy Braddon de Lismore Helping Hands, un grupo de voluntarios de la ciudad, dijo que el sitio se convirtió en una 'herramienta instrumental' para ayudar a más de 1.000 personas afectadas por el desastre.

'Tener un sitio web que canaliza el inmenso número de solicitudes y ofertas de ayuda hizo nuestro trabajo de recuperación más fácil y más eficiente', dice.

Las páginas web disponibles en recovers.org también cubren países de bajos ingresos como Malawi, India y Filipinas, donde existen algunos desafíos, incluyendo una deficiente conectividad a Internet y la barrera del idioma, dice Kuryak. 'Aunque la baja conectividad no impide la utilidad de la web, hace que las necesidades de recolección, donaciones y voluntarios a través del sitio sean más difíciles', dice.

Otro reto puede ser el apoyo local y la tracción, dice Kuryak. 'Similar a un problema que hemos visto en las comunidades de los Estados Unidos, cuando una web en una comunidad de bajos ingresos no tiene el apoyo de organizaciones locales o del gobierno, entonces la efectividad del sitio se reduce', dice. 'Tener ‘buy-in’ [apoyo] de organizaciones locales y del gobierno aumenta tanto la conciencia y la confiabilidad. Debido a que Recovers no es una marca reconocida internacionalmente, muchos nuevos usuarios son escépticos en su uso.

El sitio en sí es un esfuerzo voluntario. El siguiente objetivo es la transición a una organización sin fines de lucro. 'Esperamos recaudar fondos para poder contratar a un pequeño equipo para que sea verdaderamente de emergencia, ayudando a monitorear y administrar la plataforma durante grandes y frecuentes desastres internacionales', dice Morgan, de 30 años y científico atmosférico del Instituto Científico de Weizmann de Israel.

'La gente debe saber que puede confiar en estos sitios en momentos de necesidad', agrega. 'Si podemos capacitar a las comunidades y, especialmente, a los residentes locales dentro de ellas con las herramientas adecuadas después de un desastre, pueden convertirse en expertos'.

'Esta experiencia cambió nuestras vidas y ahora estamos tratando de cambiar la experiencia.'

https://recovers.org/