SOLIDARIDAD

La crisis sacó a flote la resiliencia y la creatividad de los hondureños

Los hondureños demostraron su capacidad para emprender y su solidaridad. Fortalecer el e-commerce, el teletrabajo y cuidar los clientes es el camino a seguir, afirman expertos

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El 2020 quedará marcado en la historia universal por los efectos del coronavirus y en el plano local porque aunado a esta crisis sanitaria hubo dos catástrofes casi simultáneas que cambiaron la vida de miles de hondureños.

Para los especialistas en materia económica, lo que pasó en Honduras, específicamente en noviembre pasado, se cataloga como un cisne negro, es decir aquel evento inesperado, de gran impacto -que se volvió a repetir con una diferencia de 13 días-, generando repercusiones a grandes escalas que evidenciaron aún más la vulnerabilidad del territorio nacional ante los fenómenos naturales, derivada del cambio climático.

Un adagio reza que “después de la tempestad viene la calma” y en las vísperas de un año nuevo quedó comprobada la resistencia del pueblo catracho frente a las adversidades, la resiliencia, la solidaridad y sobre todo la esperanza que nunca se pierde y distingue a la humanidad.

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La prueba es que en tiempos difíciles mujeres y hombres se reinventaron, convirtiéndose en nuevos emprendedores que aprovecharon el auge del comercio electrónico (e-commerce) para ofrecer sus productos o creaciones bajo estrictas medidas de bioseguridad.

Las grandes empresas invirtieron en mejorar sus plataformas digitales, el teletrabajo se convirtió en una herramienta indispensable y la banca le apostó a lo digital.

Y la resiliencia sustituyó a la dependencia. La prueba es que quienes lo perdieron todo por los embates de Eta y Iota no están dispuestos a depender de la caridad, por lo que han buscado la forma de empezar de nuevo.

Más de 500 mil empleos se han perdido en el país de marzo a la fecha y aunque existen medidas de alivio económico impulsadas desde la administración central, la micro, pequeña y mediana empresa (mipyme) ha sido la más perjudicada por el impacto de la pandemia.

No obstante, hay negocios que vendieron sus productos en línea y lograron continuar con sus operaciones durante esta crisis, reflejando que la unión con redes sociales ha sido un factor importante para la adaptación al igual que la resiliencia empresarial.

Así lo subraya el tercer informe de investigación sobre el “Análisis de resiliencia empresarial covid-19” elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES).

Más de 4,000 empresas se registraron solo en la capital en los últimos meses, de las cuales el 55.4% son de modalidad de comerciantes individuales y el 44.6% corresponde a sociedades de varios accionistas, según reportes oficiales.

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“El 2020 ha sido un verdadero reto para todo el mundo y Honduras no ha sido la excepción, una pandemia y dos tormentas tropicales es una situación que jamás pensamos vivir, pero de toda crisis debemos sacar las oportunidades y las cosas positivas. Podemos decir que lo más relevante ha sido la solidaridad, la resiliencia, la innovación y la creatividad”, consideró el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy.

Destacó que “las empresas se han reinventado y con soluciones creativas algunas han logrado sobrevivir a la pandemia y las emergencias climáticas. El delivery, recoger in situ, nuevas aplicaciones son algunas de las alternativas que se han buscado para atender a los clientes y mantener los empleos en la medida de las posibilidades”.

El teletrabajo ha permitido mantener la productividad en el ámbito laboral para seguir empujando la economía nacional, por lo que es parte de las lecciones aprendidas, indicó.

Mientras que el analista económico Alejandro Aronne expresó que “las crisis dejan grandes lecciones y si no rectificamos seremos reincidentes como país siendo la población pobre la más afectada; el teletrabajo resultó muy efectivo para cierto segmento de empresas y logró abrir oportunidades de negocios, sostener empleos y crear el autoempleo”.

Una vez superada la pandemia del covid-19 en el territorio nacional se deberán hacer esfuerzos para incentivar el e-commerce como una alternativa para promover el emprendimiento y fortalecer así a los actuales emprendedores, sugirió.

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De su lado, el reconocido médico y científico, Marco Tulio Medina, reconoció que ha habido cambios tanto positivos como negativos en el estilo de vida de la población, pero al hacer un balance sobresalen más los buenos.



“Los hondureños aprendieron a afrontar esta pandemia con estoicismo, muchos siguieron las instrucciones de mantenerse aislados, a hacer uso de medidas de bioseguridad y entender de que la manera en la que antes nos saludábamos con un abrazo, apretón de manos o un beso en la mejilla debía de ser cambiado por un saludo más distante”, sostuvo.

El también representante de la Mesa Multisectorial para la apertura ordenada, gradual y progresiva de sectores económicos y sociales aseguró que “ha habido un mejoramiento en cuanto a los hábitos en el lavado de manos, a medidas de protección utilizando mascarilla; en el medio ambiente ha habido una mayor conciencia de proteger la naturaleza, la importancia de la reforestación y no habitar zonas de alto riesgo”.

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Los microempresarios así como los emprendedores son personas resilientes y queda comprobado en tiempos en que se conjugaron tres problemáticas, ya que siguen en pie de lucha, indicó la titular de la Asociación Nacional de Medianas y Pequeñas Industrias de Honduras (ANMPIH), Esperanza Escobar.

Afirmó que “hemos encontrado que la mejor forma de salir adelante es cuidar los clientes que tenemos, seguir trabajando, esperar mejores momentos y pedir al gobierno que haga esfuerzos integrales”.

Un 20% de este tipo de negocios lo perdieron todo en la zona norte, tras el paso de Eta y Iota y a pesar de esa situación los microempresarios acuden a comprar de nuevo sus materiales, ya sea con créditos, ahorros o apoyo de parientes, para poder reiniciar sus actividades, enfatizó.

Eso es una prueba de que están dispuestoa a comenzar de nuevo desde cero.

En la memoria de la hondureñidad quedará el 2020 con todos sus sinsabores, aunque no podrá quitarle a su gente ese espíritu de superación, que será vital para la reconstrucción del país.