Las primeras incursiones, casi por norma general, suelen estar plagadas de errores. No solo por una mal conceptualización de ideas, escasa planificación o falta de presupuesto, incluso factores como el tiempo y procesos pueden predestinarnos al fracaso.
Por ello, de la mano de la mano de algunos cineastas, destacamos los errores más comunes que todo realizador primerizo debe evitar:
-No contar un historia. La base de toda producción es el relato y si no está bien fundamentado, no hay forma de que quede bien.
-Limitar su creatividad. Debe explorar, inventar, crear, pero siempre con los pies sobre la tierra en cuanto a las capacidades de lo que se puede y no se puede realizar.
-No trabajar con tiempo. Hacer cosas a la carrera muchas veces no funciona ni para quienes tienen mucha experiencia. Planificar con antelación le garantiza realizar un proyecto más efectivo y menos estrés.
-No visualizar previamente su proyecto. Siempre se debe hacer una mental de como se va a vería la pieza y tratar de recrearla lo más cercana posible en pantalla.
-No observar referencias. Esto no quiere decir copiar un trabajo, sino inspirarse y propiciar la creatividad basado en su idea.
-Una buena pre-producción asegura una buena producción. Debe tener todo listo antes de empezar a rodar. Saber
-No tener un buen equipo. El equipo de personas con las que trabaje deben saber lo que hacen. Un mal elemento en el grupo, causa retrasos e incluso dañar el resultado final.
-Midan sus ideas. Comparta su idea con sus allegados, busque retroalimentación, no siempre la historia que hemos conceptualizado es la mejor.
-No hacer un presupuesto. Para asegurar el éxito la planificación, sobre todo, en dinero es básica. Aquí se sugiere medir, sacar cuentas y hacer una lista de prioridades.
-No ser original. En la cinematografía ser original suma puntos. Nunca hay que irse por el más fácil o el más común.
Diviertan se haciendo y errando. Siempre los proyectos pueden ser un escape para el estrés si todo se resuelve con tranquilidad.