Sucesos

Ya van 34 homicidios en cárceles con módulos de máxima seguridad

Los centros de El Porvenir y Morocelí, con módulos de alta peligrosidad, figuran en el listado de las cárceles más violentas en los últimos siete años

23.12.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La descripción evocaba a una cárcel de máxima seguridad en un punto escondido en la nada, con ojos en cada rincón y cerrojos por doquier.

Por los detalles que concedió el gobierno, el recinto parecía una fortaleza impenetrable: cada celda asegurada por una puerta blindada con cuatro mecanismos de cerrojo y un candado, un agente penitenciario que custodia y controla cada módulo desde una cabina especial y un moderno sistema de video.

Sin embargo, ninguna de las extremas restricciones que tienen los privados de libertad y el circuito de decenas de cámaras de videovigilancia en el centro penal de El Pozo en Ilama, Santa Bárbara, al ocidente de Honduras, evitaron los cinco homicidios registrados en ese lugar desde su entrada en funcionamiento.

A pesar que la construcción de cárceles de máxima seguridad y módulos especiales en presidios normales trajo una relativa calma en el sistema penitenciario por tres años, esta imagen de gobernabilidad y control se vino abajo en menos de dos meses.

Los centros carcelarios para reos de alta peligrosidad no han contenido la sangre. Desde 2013 a lo que va de 2019, al menos 34 muertes violentas se han registrado en los tres presidios considerados de máxima seguridad o con módulos especiales: El Pozo, La Tolva y Siria.

La expectativa ha quedado en deuda al extremo que, irónicamente, dos de las cárceles más violentas en ese período corresponden a recintos con módulos para reos de alta peligrosidad.

De centro de rehabilitación a cárcel de máxima seguridad

Inaugurado en febrero de 2015, el centro penal de El Porvenir fue levantado para albergar a privados de libertad acusados de delitos menores con el objetivo de reinsertarlos a la sociedad.

Un año después, los lineamientos del centro penal cambiaron para alojar a reclusos de mediana y alta peligrosidad. Este 2019 quedó concretada la transición al inaugurarse el módulo de máxima seguridad, conocida como 'La Leonera'.

Fue tras la entrada en operación de este módulo que el caos se apoderó de la cárcel: 19 privados de libertad murieron en una reyerta el domingo pasado. En Siria no se había reportado ningún homicidio.

El Pozo y La Tolva, máxima seguridad a medias

Así como El Pozo, La Tolva también fue presentada como un presidio inaccesible. Enormes muros de concreto con malla ciclón reforzada, cinco aduanas de revisión y más de 400 cámaras de vigilancia garantizaban máxima seguridad las 24 horas en el recinto de Morocelí, El Paraíso.

Este sistema tampoco impidió los 10 homicidios registrados desde el 2017 -entrada en operación de La Tolva- a diciembre de 2019. Cinco de estos ocurrieron en una masacre el pasado 14 de diciembre.

En el caso de El Pozo, aunque reporta cinco muertes violentas -el menor registro de todo el sistema para internos de alta peligrosidad-, su situación no dista de alarmar, pues en su interior se ejecutó el asesinato de Nery López Sanabria, también conocido como Magdaleno Meza, un supuesto narco vinculado a Tony Hernández, hermano del presidente Juan Orlando Hernández.


Concentración de los reos


Desde el 2016, el Estado apostó por concentrar a los reclusos más problemáticos en los centros de máxima seguridad con el objetivo de reducir los crímenes ordenados desde las cárceles.

La medida también tuvo un impacto en el control carcelario. La estadística muestra una reducción en la curva de homicidios registrados dentro de presidios en los últimos siete años.

Sin embargo, esa tendencia se quebró en este 2019, convirtiéndose -por mucho- en el año más violento dentro de los centros penales en dicho período.

Como resultado, además del Centro Penitenciario de Támara, las cárceles de máxima seguridad -El Pozo, La Tolva y Siria- son donde más aumentó la población carcelaria en los últimos tres años y también donde más reclusos habían a septiembre de 2019.

Otro recinto donde incrementó la cantidad de privados de libertad fue en Tela, en cuyas celdas y pasillos se perpetró el viernes pasado una masacre que dejó al menos 18 muertos.


Tags: