Un jugoso negocio amarró Westport Finance LLC con el Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional al suscribir un contrato para generar 50 megavatios de energía con diésel durante un año.
Por ese primer componente denominado de “emergencia”, la empresa de consultoría estadounidense ahora incursionando en la producción de energía sucia, cobrará 172 millones de lempiras genere o no energía eléctrica durante 12 meses.
La segunda parte del acuerdo de compra-venta de energía es la generación de 98.9 megavatios con gas natural licuado, el que comprende 15 años.
Las autoridades de la ENEE, la que gerencia Roberto Martínez Lozano, han venido denunciando que revisarán los costos fijos que pagan a los generadores privados de energía, ya que al año se destinan 2,200 millones de lempiras que religiosamente son cobrados por los empresarios térmicos sin importar que las plantas apenas operen cuatro horas al día.
Por ese tipo de beneficios económicos contemplados en los contratos de energía sucia es que la estatal eléctrica ha caído en una crítica situación financiera, la que se agravará con la suma de 172 millones de lempiras que deberán cancelar a Westport Finance LLC a partir del año 2012, ya que se estima que a partir de enero comenzarán a producir 50 megavatios con diésel en las regiones de occidente, atlántico y oriente del país, las que fueron declaradas bajo emergencia energética.
Las fórmulas
Como todos los contratos firmados con generadores de energía térmica, estos documentos están repletos de una serie de fórmulas que únicamente entienden los expertos en este tipo de negocios.
De acuerdo con el contrato 057-2011 que firmó el gerente de la ENEE y el representante de Westport Finance LLC para generar 50 megavatios con diésel en la primera etapa a un precio de importador de 3.076 dólares por galón, resulta en un importe de 0.2253 centavos de dólar por kilovatio con la eficiencia procurada de 13.65 kilowats hora por galón.
“Por los primeros 50 megavatios la ENEE pagará 750,000 dólares mensuales en costos fijos, o sea nueve millones de dólares al año o 172 millones de lempiras anuales”, explicó un experto en materia de energía eléctrica consultada por este rotativo.
Agrega que eso vendrá a impactar en la capacidad de inversión de la estatal eléctrica, o sea que habrá menos recursos para mejorar las líneas de transmisión y las redes de distribución, adquisición de capacitores y de transformadores, ya que hay estudios y propuestas de organismos que demuestran que no había necesidad de comprar energía sucia para atender la emergencia en tres regiones del país.
Las plantas
Fuentes consultadas coinciden que la contratación de energía generada con combustibles fósiles ha resultado un lucrativo negocio para los empresarios de ese rubro y para los nuevos que incursionarán en esa actividad. Los entrevistados explicaron que la mayor parte de las plantas están semiparalizadas, o sea operan a un factor de 16%, que es equivalente a cuatro horas de funcionamiento.
Operan así porque el combustible que usan -diésel o bunker- es caro y resulta en un precio elevado para la ENEE. Sin embargo, los costos fijos negociados en los contratos sí deben ser pagados en un 100%, sin importar las horas que las centrales termoeléctricas estén apagadas o encendidas.
Los informantes añadieron que las plantas que más horas producen energía fueron las contratadas en la administración de Ricardo Maduro -Lufussa III y Enersa-, ya que tienen los costos por kilovatio más, que en promedio es de 14 centavos. Estas trabajan, continuaron, un promedio de 12 horas diarias.
Cargos fijos
Ante el impacto negativo que tienen los costos fijos en las finanzas de la ENEE, el Banco Mundial preparó un estudio al gobierno hondureño para que adoptara una serie de acciones para diversificar la matriz energética. Una de las conclusiones era que “una parte de los costos fijos se puede reducir cuando entren en operación las nuevas centrales más eficientes, y se podrían reducir usando procedimientos de adquisición competitivos”.
Para 2007-2011, el costo de las compras de energía es determinado, en gran parte, por los costos de combustible de la generación térmica existente y por los cargos fijos tanto de los contratos existentes como de los nuevos de arrendamiento para generación de emergencia. Los cargos fijos de los arrendamiento para 2011 se estiman en 64 millones de dólares en el caso base, usando un cargo por capacidad alto de 18 dólares por kilowat mes.
El Banco Mundial estimaba que para 2013, cuando las nuevas plantas térmicas -CECHSA y Vetasa- e hidroeléctricas hayan entrado en operación y se terminen los contratos de arrendamiento, los costos de combustible y los cargos fijos de los contratos existentes se reducen en casi 50%, sin embargo, la administración de Porfirio Lobo Sosa ha continuado con la adquisición de más energía sucia.
En la gestión de Martínez Lozano se han contratado cinco bloques de energía térmica: Nacional de Ingenieros -20 MW-, Lufussa -39.5 y 30 MW-, Elcosa -80 MW- y Wesport -98.9 MW-.