Dinero & Negocios

 Moda patriótica gana mercado en Honduras

El negocio de las impresiones digitales en camisas para poder personalizarlas ha ganado terreno en los últimos años en el país y también el equipo a usar

19.12.2017

TEGUCIGALPA
Emprender su propio negocio es quizá el sueño de miles de personas. Para ello se requiere, entre otras cosas, creatividad e innovación. Dos jóvenes hondureños cumplen con estas habilidades y están cambiando la moda usando el arte de la serigrafía e incorporando las costumbres y los héroes nacionales. Se trata de los hermanos Bárbara y Ricardo Chiuz, de 20 y 22 años de edad, respectivamente, quienes impulsan un negocio de moda y arte.

Ellos son los creadores e impulsadores de Chiuz Art, la empresa de diseño y pinturas que ofrece su arte personalizado en camisetas, tazas y otros productos. Los novedosos diseños incorporan a los héroes nacionales como Lempira comiendo baleadas, a Francisco Morazán degustando unos mangos y a José Cecilio del Valle tomar una taza de café. Esta es la segunda incursión de hondureños usando los símbolos patrios. Los hermanos Galeano demostraron el éxito del concepto de usar próceres en la moda local.

Pero, ¿cómo inician el negocio? Resulta -cuenta Ricardo- que los chicos de Galeano, hermanos ligados al negocio de la moda y promotores de una de las primeras tiendas virtuales en Honduras, abrieron un concurso de diseño. “Yo participé con un diseño propio, un dibujo del héroe Francisco Morazán comiendo mangos, pero no gané (...)”, recuerda.

“De ahí surgió la idea de que podía emprender un negocio propio y quise hacerlo solo, pero fue difícil. Luego entró mi hermana a apoyarme y también mis padres. Su apoyo ha sido esencial”, destaca el estudiante de arquitectura.

“Mis padres hicieron la inversión inicial. Ellos con sacrificios nos ayudaron a comprar el equipo que necesitábamos”, apuntó. Por el tipo de negocio no requieren de una gran estructura sino que un local para la creación de los diseños, los bocetan y los validan con sus padres antes de salir al mercado impresos.

Tanto Bárbara, estudiante de psicología, como Ricardo son apasionados del diseño desde muy chicos. Los pinceles y los colores han sido parte de su vida diaria. Es una pasión que heredaron de su padre, el caricaturista Sergio Chiuz. “Desde que nacimos nosotros vimos a mi papá dibujar y nos encantó”, dice Ricardo.

Diseños diferentes
Desde sus inicios, hace año y medio, a la fecha ya comercializan 11 diseños que muchos, principalmente jóvenes, lucen en camisetas dentro y fuera del país.
El diseño más vendido es el de la baleada, la popular comida catracha, y la del héroe nacional Lempira comiendo ese mismo alimento. Todos los diseños que están comercializando son propios y han sido patentados.

¿Y cómo surge esa idea de traer a los héroes patrios a nuestra época, y más allá, a comer baleadas y mangos? “Nosotros queríamos hacer diseños totalmente diferentes a los de Galeano, sorprender a la gente”, explican los jóvenes. “Fue así que se nos ocurrió traer los héroes patrios a la actualidad, pero de una manera respetuosa, no irrespetando a los próceres”.

Aunque los diseños son similares a los Galeano, Ricardo dice que no se trata de competencia. “Yo soy amigo de los chavos de Galeano y sabemos cómo trabajan. Tratamos de no imitarlos sino que hacer productos totalmente diferentes. Nos hemos dado cuenta que tenemos que ser compañeros en vez de ser competencia”.

Red social y alianzas
La innovación de Chiuz Art incluye su estrategia comercial. Tienen en las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat) sus plataformas de comercialización.

En este caso, los clientes les contactan por las redes sociales, piden el producto deseado y ellos lo hacen llegar personalmente, si están en el área urbana, o utilizando medios alternos como el correo o la mensajería de paquetes al interior de Honduras o hacia el extranjero. Pero también han hecho una alianza con los propietarios de la tienda de zapatos hondureños Otti para vender ahí sus productos.

“Ellos nos ayudan a poder vender nuestros productos y nosotros le hacemos publicidad en nuestras redes sociales y así nos ayudamos mutuamente”.

Bárbara y Ricardo dicen estar satisfechos con los resultados de su emprendimiento. Ha sido una propuesta muy bien aceptada. “La verdad, dicen, no pensábamos que (el negocio) iba a ir tan bien. Empezamos con los ojos cerrados, hemos tenido errores, pero poco a poco los hemos ido mejorando y nos ha ido, la verdad, muy bien”.

Y no es que no hayan tenido obstáculos, sin embargo, que con el apoyo de sus padres y las capacitaciones a las que se han sometido a lo largo del año en áreas de mercadeo, comercialización, emprendimiento, entre otros, han sabido salir adelante. Ahora su meta es tener su propia tienda y generar empleo. Que otras personas trabajen con nosotros y ayudarnos entre sí.