Dinero & Negocios

Los huracanes y el manejo de los desastres

El daño que ocasionó el huracán Harvey deja enseñanzas globales.

07.11.2017

NUEVA YORK
La respuesta en EE UU a los daños de Harvey continúa, pero hay algunos aprendizajes tempranos que podrían ayudar a los gobiernos y sistemas de salud a lidiar con las consecuencias de otras catástrofes importantes en el futuro.

Hay que desplegar los recursos existentes de manera creativa para atender los desafíos imprevistos. A diferencia de las tormentas que comúnmente pegan duro y se van, el huracán Harvey se mantuvo dando vueltas en la región por varios días, dejando muchas áreas inaccesibles durante un largo período de tiempo e invalidando los planes establecidos con anterioridad.

Cuando no fue posible evacuar a los pacientes, se enviaron equipos móviles a esas áreas para reforzar la capacidad de atención médica en el sitio. Baytown, Texas, resolvió este reto reutilizando enormes camiones de desecho que se usaban para proyectos industriales para salir con paramédicos a recuperar a los pacientes.

Hay que pensarlo dos veces antes de cerrar instalaciones médicas más pequeñas. Las comunidades confían en una amplia gama de instalaciones para mantenerse saludables, incluidos los hospitales pequeños, los consultorios, los centros de diálisis, los asilos de ancianos y las farmacias.

Las inundaciones severas y el daño a la infraestructura hicieron que los caminos fueran intransitables, y a esto se sumaron los apagones eléctricos y la contaminación de suministros de agua para ocasionar que muchas de estas instalaciones cerraran. Sin ningún lugar que suministrara servicios de rutina, los pacientes abarrotaron las salas de urgencia de los hospitales que ya estaban desbordados.

Hay que programar turnos entre el personal médico y darle tiempo de descanso para evitar el agotamiento. Es indispensable crear un calendario para racionar la capacidad y la energía a fin de poder sostener los esfuerzos de respuesta a lo largo de días y semanas. A veces se pasa por alto asegurarse de que los equipos tengan tiempo suficiente para dormir, comer y descansar mientras brindan atención médica a los pacientes.

Hay que establecer fuentes de información claras y confiables. Durante el paso de Harvey abundaron los rumores de cierres de caminos, cortes de agua y empeoramiento de las condiciones que influyeron en las decisiones que tomó la gente sobre cuándo y cómo buscar atención médica. Cuando un desastre es inminente, las autoridades públicas deberán establecer fuentes precisas de información que se puedan dar a conocer con anterioridad.

No hay que subestimar el espíritu humano. Una de las situaciones más extraordinarias que ocurrieron en el área golpeada por el huracán Harvey fue que quienes enfrentaban situaciones difíciles y tragedias trabajaron juntos para cuidarse entre sí. La cantidad de personas comunes y corrientes que dieron muestras de actos extraordinarios de gentileza es demasiado grande para contarla, pero hasta ahora esas personas han sido el eje de la respuesta

(Neil A. Gandhi es director médico regional de medicina de urgencias del Sistema de Hospitales Metodistas de Houston en Texas)

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