El estadio Olímpico
lució azul y blanco. Los aficionados hondureños abarrotaron el gigante de San Pedro Sula para apoyar a la H en el partido más importante del año.
Honduras goleó a Canadá y selló el pase a la hexagonal de Concacaf en el 2013. La hinchada se volcó para darle el apoyo y calor a los jugadores que dieron todo para lograr el objetivo.
El país entero se paralizó y celebró los 8 goles. En los hogares, centros comerciales, restaurantes, e incluso los trabajos, todos permanecieron pegados a las pantallas de la televisión para no perderse ningún detalle.