Algo pasa con Motagua porque de la noche a la mañana ha perdido la identidad. El Ciclón no es ni la sombra de lo que fue en el cierre del torneo pasado.
Ayer en el Excélsior, los Azules cayeron 0-1 contra Platense en un juego que pudo haber terminado peor para el Mimado. El colombiano Javier Estupiñán se encargó de poner de rodillas al Ciclón en la tarde que marcó la cuarta derrota del Azul en ocho jornadas. Esto es alarmante. Esto ya huele a crisis.
El arranque fue bueno
Motagua fue tomando protagonismo aunque en los primeros minutos le costó adaptarse al terreno porteño. Platense fue claro dominador en el inicio. Su buen control de la pelota y desbordes por las bandas lo acercaron al marco motagüense.
Los Azules llegaron por primera vez con una estupenda jugada de Brayan Figueroa.
El volante trazó una curva y Jocimar cabeceó, pero de forma defectuosa. Esta vez el falló el olfato goleador al brasileño que estuvo bien escoltado por los defensores blancos.
El chico Júnior Padilla entró bien enchufado en el partido y fiel a su estilo, buscó romper las redes pero Juan Pablo Montes se interpuso en su camino bloqueando el remate de Padillita. Hasta el momento, el cerco defensivo estaba cumpliendo a cabalidad.
Byron Méndez volvió locos a los mediocampistas. Este volante fue uno de los que mejor trató la pelota y fue generoso con sus compañeros. En un momento de inspiración, Byron pudo haber anotado un golazo, pero el viento le jugó una mala pasada.
Méndez observó que Donaldo estaba afuera del marco y le pegó con fuerza de larga distancia, pero la redonda pasó rozando el marco. Motagua se salvó.
Al Tiburón lo que le afectó fueron las imprecisiones en sus pases. El problema fue más evidente desde el segundo cuarto del partido.
Desde ese momento el Ciclón fue más atrevido.
Figueroa nuevamente ingresó al área y remató potente desde la derecha, pero el arquero Adalid Puerto alejó el peligro con una espectacular volada.
Los Escualos en respuesta amenazaron con un tiro de Kalimba López en complicidad con Javier Estupiñán. El esférico pasó cerca del vertical.
Estupiñán presentó sus credenciales ante el Mimado por primera vez y le anotó un gol, pero en fuera de juego. El central Melvin Matamoros no vaciló en invalidarlo.
Reynaldo Clavasquín intentó varios movimientos tácticos
interesantes, aunque no llegaron al gol. Además, aprovechó la técnica de Nery Medina para proteger la portería.
Los Tiburones alternaron sus avances por la derecha con Irving Guerrero y por izquierda con Víctor Zúniga.
Lo relevante del partido es que los platensistas después del descanso entraron mucho más decididos a golear. El ingreso de José Casildo le dio mayor profundidad al cuadro porteño. Motagua metió al campo a Welcome y el isleño comenzó a desequilibrar a los defensores, hizo más ruido en el ataque que Jocimar.
Sin embargo, la suerte motagüense se terminó. Byron Méndez habilitó de cabeza a Javier Estupiñán y el colombiano aplicó una dosis de veneno abriendo el marcador a los 68.
Donaldo Morales salió tarde y Estupiñán con astucia empujó el balón al fondo.
El Ciclón intentó buscar el empate mandando a Ricardo Barrios al ataque, pero el chico tampoco anduvo fino.
Roby Norales hizo algunas jugadas de fantasía, pero tampoco logró establecer la paridad. Al final, el Mimado se queda en el octavo lugar y acumulando muchas dudas.
Se viene Victoria el miércoles en el Nacional. Los números dicen que Clavasquín tiene el 50 por ciento de rendimiento. ¿La directiva seguirá dándole respaldo al técnico o se avizora cambio en el banquillo? Las próximas horas serán vitales...
