TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El hijo mayor de
Maynor Figueroa,
Keyrol Figueroa, cada vez está más cerca de llegar a la élite de la
Liga Premier: a partir de este mes el defensa nacido en Tegucigalpa hace 16 años se integrará a la sub 18 de
Liverpool después de haber firmado su primer contrato como profesional.
Keyrol Figueroa empezará a recibir su formación deportiva y educativa dentro de la academia del Liverpool, que seguirá con él los mismos pasos que tuvieron en su momento estrellas como Steven Gerard y ahora Trent Alexander-Arnold, dos de los últimos grandes canteranos de los Rojos.
El futbolista hondureño será visto como un profesional y tendrá todos los beneficios que reciben las estrellas que juegan en la Premier League a tal punto que la firma de ropa deportiva Puma puso los ojos en el hondureño: desde marzo de este año recibe un patrocinio oficial pero en este último trimestre el zaguero ya tiene su dotación de ropa deportiva, botas e indumentaria y es visto como un prospecto élite que ya sumó minutos en la Champions League Young.
En la sub 18, como pasa en cada categoría del equipo de Liverpool, hay un entrenador por cada cuatro jugadores para ir seleccionando a los mejores talentos y cada uno vela porque los futbolistas puedan llegar al primer equipo, en donde el alemán Jurgen Klopp está pendiente de cada movimiento.
Llevar el apellido Figueroa para Keyrol puede ser una gran ventaja aunque también podría representar un arma de doble filo; estuvo desde los ocho años en la academia de Liverpool hasta que su familia se mudó a Estados Unidos, en donde continuó en las inferiores del FC Dallas. Pero hace tres años regresó y ahora está escalando rápidamente.
“Tener pasaporte británico le abrirá muchas puertas pero siempre priorizará Honduras porque primeramente es catracho”, dicen desde su familia.
Esta misma agencia también tiene en sus filas al futbolista francés Rayan Hassad, jugador que milita en el Olympique de Marsella. Ellos son los que se estarán encargando de lo que el jugador necesite durante su vida ahora en Liverpool, a la espera del gran salto.
Keyrol Figueroa empezará a recibir su formación deportiva y educativa dentro de la academia del Liverpool, que seguirá con él los mismos pasos que tuvieron en su momento estrellas como Steven Gerard y ahora Trent Alexander-Arnold, dos de los últimos grandes canteranos de los Rojos.
El futbolista hondureño será visto como un profesional y tendrá todos los beneficios que reciben las estrellas que juegan en la Premier League a tal punto que la firma de ropa deportiva Puma puso los ojos en el hondureño: desde marzo de este año recibe un patrocinio oficial pero en este último trimestre el zaguero ya tiene su dotación de ropa deportiva, botas e indumentaria y es visto como un prospecto élite que ya sumó minutos en la Champions League Young.
En la sub 18, como pasa en cada categoría del equipo de Liverpool, hay un entrenador por cada cuatro jugadores para ir seleccionando a los mejores talentos y cada uno vela porque los futbolistas puedan llegar al primer equipo, en donde el alemán Jurgen Klopp está pendiente de cada movimiento.
Llevar el apellido Figueroa para Keyrol puede ser una gran ventaja aunque también podría representar un arma de doble filo; estuvo desde los ocho años en la academia de Liverpool hasta que su familia se mudó a Estados Unidos, en donde continuó en las inferiores del FC Dallas. Pero hace tres años regresó y ahora está escalando rápidamente.
“Tener pasaporte británico le abrirá muchas puertas pero siempre priorizará Honduras porque primeramente es catracho”, dicen desde su familia.
Las puertas del éxito...
Para finalizar el dulce momento de Keyrol Figueroa, recientemente fue firmado por la empresa española By&ford Sport Management, la misma que representa a la estrella francesa del Atlético de Madrid Antoine Griezmann.Esta misma agencia también tiene en sus filas al futbolista francés Rayan Hassad, jugador que milita en el Olympique de Marsella. Ellos son los que se estarán encargando de lo que el jugador necesite durante su vida ahora en Liverpool, a la espera del gran salto.
