Pero si sus prácticas represivas son más conocidas por lo material (prisiones, ejército servil, policía de tortura, agencias de espionaje y delación, castigos, encierros, destierro y entierro) el péndulo mayor de su enferma venganza ocurrió en lo mental y espiritual. Dicho en breve, por 36 años Franco castró, desolló y decapitó al espíritu independiente español, tan característico de su personalidad.