Tegucigalpa, Honduras
Javier Rivera Maradiaga, jefe de la banda los “Cachiros”, se entregó a las autoridades de Estados Unidos hace un mes, según confirmó una alta autoridad del país a LA PRENSA.
Hasta anoche, ni el Gobierno de Honduras ni la Embajada de Estados Unidos habían salido al paso de los rumores que circularon con intensidad desde el pasado sábado, referente a la entrega de Rivera Maradiaga, de 42 años.
Según reportes, Rivera Maradiaga se entregó a las autoridades estadounidenses por temor a ser asesinado en el país.
La fuente confirmó que esta entrega se negoció y desde hace un mes está en territorio norteamericano. En Honduras no había orden de captura contra Rivera.
Reacciona embajada
Las autoridades de la Secretaría de Seguridad de Honduras advirtieron que quien debía informar sobre la entrega del líder de los “Cachiros” es el Gobierno de Estados Unidos.
Se consultó a la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa qué información tenían sobre el paradero de Javier Rivera Maradiaga.
Y la Embajada se limitó a responder: “Continuamos trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno de Honduras para llevar ante la justicia a miembros de organizaciones criminales internacionales.
Como usted sabe, no comentamos sobre casos individuales”.
Departamento del Tesoro
La banda de los “Cachiros” gobernó por una década el mundo del narcotráfico en Honduras, según señalaron las autoridades estadounidenses.
Desde 2003, aproximadamente, los “Cachiros” controlaron el tráfico aéreo de droga y cobraban impuestos a los transportistas del alucinógeno, según revelaciones del Gobierno de Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro, por medio de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros, fue el que señaló a los “Cachiros” como narcotraficantes.
Julián Pacheco , ministro de Seguridad, reaccionó así: “No tengo información al respecto y sería la Embajada de EUA la que puede dar esa información porque eso se maneja de manera muy reservada”.
Sépalo
Se menciona que la banda los “Cachiros” es encabezada por los hermanos Javier y Leonel Rivera Maradiaga, quienes controlaban el 90% de las pistas de aterrizaje clandestinas en Honduras y Guatemala.
