Honduras

'Caíste por ser un periodista de palabra libre”

Los crímenes contra Ángel Alfredo Villatoro Rivera y 33 comunicadores más son el más grande zarpazo contra la libertad de expresión, de prensa y del derecho a la información. Solo un caso ha sido judicializado

07.04.2014

El secuestro y posterior asesinato de Ángel Alfredo Villatoro Rivera significó uno de los golpes más nefastos que ha recibido el periodismo hondureño en su historia.

Sin embargo, según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), abrió los ojos de todos los hondureños que en realidad intentan salvar a Honduras.

En el informe de libertad de expresión 2012 del Conadeh, su titular Ramón Custodio hace alusión a Villatoro de la siguiente forma: “Fuiste un periodista de la palabra libre y voz de los sin voz, por eso caíste en el cumplimiento del deber; primero te quitaron la libertad de locomoción y en los días siguientes la de acción; y, finalmente, te quitaron la vida con dos balas asesinas; te vendaron los ojos, pero abrieron los ojos de los que queremos salvar a Honduras para todos y que hoy proclamamos con voz firme: “Serán muchos Honduras tus muertos, pero todos caerán con honor…”

La alusión continúa: “en tu prueba de vida (video) dicen que apareciste angustiado, pero la angustia es un estado de ánimo natural cuando se está indefenso en manos de asesinos y criminales, que se atreven a adueñarse hasta de la vida ajena. La angustia puede ser miedo pero no terror”.

Las amenazas

A un año del secuestro y asesinato de Ángel Alfredo Villatoro, las amenazas contra la prensa siguen persistiendo, sostuvo ayer Carlos López, periodista y director de noticias de Radio Cadena Voces (RCV).

Este hecho generó mucha tensión entre los comunicadores y aún sigue causando cierto impacto, porque las amenazas contra la prensa en vez de disminuir tienden a incrementarse.

En estos momentos el peligro para los comunicadores proviene del crimen organizado, del narcotráfico, que no quieren que salgan algunas noticias relacionados a ellos, a esto hay que agregar aquellas amenazas generadas desde el sector oficial cuando se quiere aprobar leyes mordazas, analizó López.

Ya pasaron casi 12 meses y todavía no hay resultados de las investigaciones en el caso de Villatoro. No se sabe con certeza quiénes fueron los autores materiales y quiénes son los intelectuales.

Otro problema es que los casos de los colegas ultimados, hasta la misma población, por no tener memoria histórica, los recuerda hasta que cumplen años de muertos. Las exigencias para que haya justicia deben ser permanentes, porque solo de esta manera se pueden alcanzar ciertos resultados”, expresó.

López recordó que por el caso de Villatoro únicamente se realizó una manifestación el año pasado, luego el hecho se olvidó. El comunicador considera que la prensa debe ser más agresiva en sus exigencias de justicia y de respeto.

Investigación

Tras el secuestro y asesinato de Villatoro, la policía capturó en la costa norte a miembros de la banda de los Osorio, quienes fueron sentenciados por portación ilegal de armas y almacenamiento de armas prohibidas.

El próximo 30 de mayo, en la sala 2 del tribunal de sentencia se celebrará una audiencia donde la fiscalía, como parte acusadora por el caso de Villatoro, y la defensa de los Osorio propondrán las pruebas para el juicio oral.

La Policía asegura que hay elementos contundentes que relacionan a los integrantes de la banda con el secuestro y posterior asesinato del comunicador, incluso habría órdenes de captura para al menos dos personas involucradas como autores intelectuales.

Este sería el segundo caso de un periodista asesinado que se judicializaría. El primero fue el de Georgino Orellana, ultimado el 20 de abril de 2010 en San Pedro Sula, por el cual ya guarda prisión un sujeto identificado como Jonathan Joseph Cockborn Delgado (alias “El Negro”).

Olvido

Del 2003 al 2013 han sido asesinados 34 comunicadores, entre periodistas, locutores, dueños de medios de comunicación, editores y estudiantes de periodismo.

El primer caso se presentó en la administración del presidente Ricardo Maduro (2002-2006), cuando el 26 de noviembre del 2003 fue asesinado el gerente director de la Corporación Maya Visión, canal 7, de Santa Rosa Copán.

Minutos antes de iniciar la transmisión de su noticiero, un presunto desconocido, haciendo uso de un revólver con silenciador, disparó contra Rivas ocasionando su muerte instantánea.

El asesinato de Rivas marcó el comienzo de una década de permanente luto para la prensa hondureña.

Otro hecho similar que golpeó a la sociedad hondureña sucedió cuatro años después, cuando gobernaba Manuel Zelaya Rosales (2006-2009). Dos desconocidos le arrebataron la vida al periodista y humorista Carlos Salgado, muy conocido por su programa humorístico llamado “Frijol el Terrible”.

Salgado salía del estudio después de grabar su popular programa en el que combinaba noticias y humorismo sobre los problemas cotidianos, cuando los sicarios le dispararon a quemarropa y luego huyeron en una camioneta.

Salgado, reconocido también por su sátira política, estuvo en el aire más de 20 años.

Actualmente los casos de estos dos reconocidos comunicadores sociales pasaron al olvido tanto en la memoria de la sociedad como también en las obligaciones de las autoridades responsables de investigar estos casos.

El acribillamiento de estos dos periodistas solo marcaba el preludio de una cadena de futuros asesinatos contra personas ligadas a los medios de comunicación.

En la administración de Zelaya se registraron cinco asesinatos de comunicadores sociales. En la administración de Roberto Micheletti (junio 2009 a enero del 2010) se dio un caso.

La situación desbordó en el actual gobierno de Porfirio Lobo Sosa. En el término de tres años se han registrado 27 asesinatos de comunicadores sociales, equivalente al 79 por ciento de todos los casos.

“De esta radiografía de la inseguridad para la prensa hondureña, Francisco Morazán reporta la muerte violenta de 12 (35%) comunicadores sociales; Cortés, 7 (20%); Atlántida, 4 (12%); Copán, 2; Colón, 2; Olancho, 2; El Paraíso, 2; Santa Bárbara, 1; Yoro, 1; y Lempira, 1”, establece el informe del Conadeh.

De los 34 casos registrados, desde noviembre del 2003, a la fecha, apenas uno ha sido objeto de sentencia condenatoria, esto representa un tres por ciento.

Sin embargo, hay 33 (97%) casos en los cuales los responsables están gozando de impunidad, con lo cual queda demostrado que Honduras sigue siendo un país sin justicia para las víctimas ni castigo para los victimarios.

El estudio de los casos arroja que 30 comunicadores sociales, que representan el 88%, fueron ultimados con arma de fuego, uno con arma blanca, dos estrangulados y uno que se desconoce el tipo de arma que usaron para quitarle la vida.

De los 34 comunicadores que murieron violentamente, 14 (41%) laboraban en radioemisoras; 9 (26%) en televisión; cinco (15%) combinan su trabajo en radio y televisión; dos (6%) en el área de comunicación o de relaciones publicas, uno (3%) como reportero gráfico y editor de noticias y en tres casos no existen registros en donde laboraban, establece el informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos.

En la antesala del Día del Periodista, que se celebra cada 25 de mayo, los representantes de las organizaciones de comunicadores, como el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) y la Asociación de Prensa Hondureña (APH), así como entidades internacionales, le exigen al gobierno y a las autoridades operadores de justicia más voluntad para investigar los casos de agresiones y asesinatos de periodistas, así como un mayor respeto a la libertad de expresión y de prensa.