Deportes

Un empate entre bostezos entre Vida y Real Sociedad

“No ganamos porque el rival se metió atrás”, dijo el central cocotero Bryan Castro.

15.04.2015

La ceiba, Honduras

Se fueron como llegaron, es decir, en blanco.

De aburrimiento mucho, de emoción muy poco y de registro un empate a cero entre unos Rojos y Aceiteros que quedaron a deber en el Municipal Ceibeño.

Tan matriculado estaba ese trabado 0-0 que no se rompió ni con ese testarazo (en el 93) de Sholby Martínez que se estrelló en el vertical derecho, que coqueteó con la raya de gol y que de milagro le cayó en las manos a un suertudo Donaldo Morales que había respondido bien a las insinuaciones ceibeñas.

Donaldo estuvo atento

“Me gustó todo el partido de mis jugadores, mi equipo estuvo disciplinado y aplicado a la estrategia que habíamos planteado. Afuera o adentro un punto sirve bastante”.

Horacio Londoño, el DT tocoeño, resumía un partido atollado entre las ganas con poca claridad de los locales y la garra con escasa calidad de los visitantes.

Así deambuló un desafío que dio falsas alarmas de buen juego, como cuando a los 60 segundos del partido Sholby sacaba una volea que hacía volar a un Donaldo que mandaba la pelota al tiro de esquina y enviaba un claro mensaje que se olvidaran de los goles.

Eso lo ratificó al 67 cuando volvió a volar para tapar otro latigazo desde las inmediaciones del área. El volante brasileño se tomaba la cabeza y se volvía lamentar, tal como en el 7 cuando puso el 1-0 ante la sanción de un inexistente fuera lugar.

Un empate diversos sabores

Del otro lado, apenas un par de remates de Enuar Salgado y Danilo Tobías inquietaron la suerte de un Obed Enamorado y de un Vida que se fue entre amargura. Contrario a Real Sociedad que vio con buenos ojos su quinto partido sin perder ante Vida en La Ceiba.

“No pudimos ganar porque el rival prefirió meterse atrás. Los tres puntos para nosotros eran vitales, pero con esa forma de juego fue imposible anotar el gol”, sintetizó el sentir rojo el zaguero Bryan Castro. Las palabras sobran porque el 0-0 habla por sí solo.