Tegucigalpa, Honduras
El camino del campeón comenzó a escribirse en Tocoa con un tibio empate 1-1 en Tocoa. Los Azules iniciaron en el Francisco Martínez sin saber que cuatro meses después definirían la copa frente a los tocoeños. La Barbie comenzó con un sistema 4-5-1, pero ese esquema fue variando con el paso del tiempo hasta encontrar el 3-5-2 como sistema táctico más efectivo.
El once ideal de la Barbie se mantuvo en la etapa final. Tres centrales en el fondo, Júnior Izaguirre, Henry Figueroa y Juan Pablo Montes. Por los costados aparecen Omar Elvir por izquierda y Wilmer Crisanto en la derecha.
Los contenciones fueron Irvin Reyna y Reiniery Mayorquín, aunque el exverdolaga se lesionó y terminó jugando Deiby Flores. Como volante mixto aparece Carlos el Chino Discua y en el ataque Lucas Gómez y Rubilio Castillo.
Los suplentes favoritos de Diego fueron: Kevin López como sustituto del Chino Discua, César Oseguera por Omar Elvir y Ricardo Barrios por Wilmer Crisanto, Júnior Padilla sustituyó a Rubilio Castillo.
Los novatos
En este torneo, Diego hizo debutar a varios jugadores, entre ellos: Kevin Maradiaga, un exquisito volante izquierdo; Klifox Bernárdez, lateral zurdo; Cristhian Argueta, atacante, y el defensor Marcelo Pereira.
Los novatos del año fueron dos: Kevin López y Deiby Flores. Los dos volantes contribuyeron en el mediocampo y le aportaron al Ciclón un juego exquisito. Flores terminó ganando la titularidad en la final y López fue uno de los suplentes que mejor entró al campo, hasta hizo un gol contra Platense en la primera vuelta del torneo.
El equipo le dio oportunidad a 26 futbolistas, pero algunos se quedaron esperando su oportunidad, ese es el caso del portero Harold Fonseca, el defensa Maylor Núñez y el mediocampista Roy Hernández.
El tema de los goles siempre genera expectativas cuando se trata de un club como el Ciclón, acostumbrado a golear.
El Mimado logró clavar 38 pepinillos en 24 partidos. En promedio, Motagua anota casi dos goles por partido, esto representa que marca un gol cada 52 minutos. El mejor anotador de local fue Rubilio Castillo con diez tantos y el de visita Lucas Gómez con cuatro dianas. El promedio de goles recibidos es 1.5, es decir un gol cada 68 minutos.
Diez futbolistas de las águilas se animaron a romperla en este campeonato: Lucas, Rubilio, Discua, Kevin López, Mayorquín, Irvin, Crisanto, Elvir, Júnior Izaguirre y Henry Figueroa. Si hablamos de asistencias de gol, Wilmer Crisanto es el número uno con seis y en segundo lugar está Omar Elvir con cinco y en tercer lugar queda el Palomo Gómez con cuatro.
El aspecto arbitral
Los futbolistas que más fueron expulsados son: Henry Figueroa, Reiniery Mayorquín y Wilmer Crisanto. Mayo y Wilmer fueron suspendidos en dos ocasiones por acumulación de amarillas.
Crisanto fue el más amonestado del torneo, acumuló siete amarillas. Lucas Gómez también recibió un cartón rojo. Aunque las águilas salieron campeones, terminaron con un rendimiento un tanto bajo, 58% es el porcentaje general de Motagua en 24 juegos: 12 triunfos, 6 empates y 6 derrotas son los números que reflejan el trabajo del Azul, que se mantuvo invicto en las últimas ocho jornadas.
Los porteros fueron determinantes en este campeonato. Sebastián Portigliatti fue el titular en 15 encuentros y Marlon Licona concluyó bajo los tres palos. A Sebas le hicieron 19 anotaciones, cinco tantos se los hizo el Real España en San Pedro Sula y cuatro fueron obra del Olimpia.
Por otra parte, Licona tuvo la oportunidad de proteger el arco en nueve ocasiones, pero en ocho partidos estuvo de forma consecutiva. A Licona le hicieron diez goles y en ninguna fue goleada.
