Juticalpa, Olancho. En el dolor de un latigazo inesperado en el inicio del partido, el Juticalpa encontró la fuerza para aliarse de fineza, arroparse de su gente y firmar un contundente 3-1 ante la UPNFM que lo catapulta como el campeón del Apertura de la Liga de Ascenso. Dicho en otras palabras, el equipo canechero aseguró el 50 por ciento del boleto a la Primera División gracias a la fortaleza de su equipo y la convicción de que en su estadio Ramón Sintético no podía fallar...
Un golpe estudioso
“En casa teníamos que hacernos respetar para ser campeones”, decía eufórica su DT Roger Espinoza, mientras era rodeado por una multitud que olanchana que festejaba el sabor de la copa. Esa que se empañó a los 16 minutos de juego, cuando Julio Canales silencio el coloso juticalpense con un zurdazo que sacudió hasta el local más recóndito del departamente de Olancho. Pero ese 0-1 (1-2 global) en el tablero encendió la inspiración de una escuadra que a partir de ese golpe fue una locomotora. Apenas cuatro minutos después del zarpazo estudioso, Ovidio Lanza hizo morder el anzuelo a Júnior Turcios para negociar un lanzamiento desde el manchón fatídico.
Y allí, un minuto después (21), Orvin Paz sacó su experiencia en Liga Nacional para frenar, encumbrar a la derecha al meta José Iscano y tocar a la izquierda a el 1-1.
Lo da vuelta y... a gritar campeón... Mientras Lanza y Erick Bernárdez taladabran por los costados, el Pájaro Paz y Mario Girón fungían como jefes de orquesta para echar a andar el equipo desde la cintura del campo. Precisamente el sitio, en donde recuperaron una pelota que quedó en las botas calientes de un Tamalito Girón que hizo esplotar a la hinchada con un bombazo que al 34 representó el desiquilibrio en el marcador: 2-1. Con eso la Pedagógica empezó a evidenciar nervio en el cuerpo y entre esa turbulencia apareció Ovidio Lanza para revolverse y desde el suelo finiquitar la obra 3-1 en apenas 37 minutos del partido.
Historia liquidada... Lo demás solo sirvió para que los Lobos se ahogaran en sus tibios intentes, para que el meta José Iscano le atajara un penal anecdótico a Orvin Paz y para que el pueblo pampero invadiera el campo y gritara a todo pulmón la palabra mágica: campeón.
