Dallas, Texas, Estados Unidos
Dallas, Texas. Tan mal como nunca. Así se vio la H ayer en el Cotton Bowl de esta ciudad donde una muy superior El Salvador le ha derrotado y dejado en estado de coma sus aspiraciones de título tras derrotarle 0-1.
Honduras, un equipo sin gol, fue superado completamente por la Selecta de Albert Roca que cada vez más le toma la idea de ese fútbol que en un futuro podría sembrar el terror en el área.
Richard Menjívar ha sido el autor de un señor gol que ha tumbado una hegemonía de diez partidos sin poder ganarle a la H.
El equipo de Hernán Medford, parado con su idea de 1-3-5-2, no terminó de cuajar sus ideas en el partido, no supo por dónde llegar ni por dónde atacar ante una muy buena marca del equipo cuscatleco, que jugó con tantas energías como cuando se estrena un juguete nuevo.
Honduras no pudo tener comunicación en el campo, no supo hacer una transición ni en balón corto ni en balón largo. Ante ello, Medford, desencajado en el banco, protestaba con gestos las acciones que nunca se concretaron.
En defensa, Juan Pablo Montes tuvo un hierro en la jugada de Menjívar, quien combinado con Cerén es dinamita pura. Y cuando sumaron a Larín, pues hombre, que dieron mucho tránsito a la pelota.
En ataque, Honduras ofreció muy poco, amén del Choco Lozano con algunas pelotas corajudas a un desaparecido Jona que simplemente parece que nunca llegó al partido. En el medio del campo tampoco hubo una generación de juego y solo un remate en serio al arco de Henry Hernández por parte de Mario Martínez fue lo rescatable.
En el arco, Kevin Hernández se fajó y tapó todo, lo que realmente era su trabajo.
Ahora, Honduras la tiene más complicada en pos de querer la Copa Centroamericana (y ganar el cupo directo a la Copa América 2016), pues se obliga a vencer a Guatemala, que se ha visto bien en los dos juegos que ha tenido en el torneo y que ha logrado hacer goles: el pecado capital de la H.
En descargo de Honduras, la apuesta es que Medford tiene material para trabajar y tiempo para pulirlo, porque nada brilla sin ello.
