La cantante británica Adele se ha vuelto una bomba. Y no es para menos, después de bajar 68 kilos (unas 150 libras) con una dieta vegetariana, la pop star ahora ya no solo llama la atención por su poderosa voz, sino que también por su elegante figura.
Sin embargo, la intérprete de Rolling in the deep ha enviado un claro mensaje que su radical cambio no se debe a situaciones meramente estéticas.
'Nunca quise parecerme a las modelos de las tapas de revistas. Represento a la mayoría de las mujeres y con mucho orgullo. Decidí cambiar mi cuerpo estrictamente por cuestiones de salud', dijo.
La fórmula que Adele implementó es sencilla, cero refrescos con gas, carnes, dulces y dejó de fumar.
Luego adoptó una dieta vegetariana en la que incluyó verduras, frutas, almendras, lacteros, legumbres, semillas de sésamo y lino (estas últimas bajan el colesterol y la grasa corporal).
'Comencé a sentirme cada vez mejor, tanto física como anímicamente', contó la cantante a la revista People donde además dijo que su pareja le ayudó con ejercicios a cumplir las metas.
