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Deléitese con este manjar de dulces costumbres

La chicha y las confituras artesanales son el cierre ideal para completar la degustación de un platillo típico en Cantarranas.

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23.05.2015

Cantarranas, Francisco Morazán

Si hay algo más que caracteriza la cultura de los cantarraneños es su creatividad, la misma que a través de una exquisita mezcla de azúcar, coco, leche, frutas y colorante cuidadosamente procesados se plasma en pequeñas porciones de dulces artesanales para deleitar el paladar de las personas que visitan este pintoresco lugar.

Espumillas, paletas, minirrapaduras, dulce de leche y semillas garrapiñadas amplían la oferta gastronómica de esta comunidad. “Ofrecemos variedad de golosinas a base de azúcar y otros ingredientes artesanales y somos los mayores distribuidores de este producto en la zona; lo comercializamos a nivel nacional y la gente siempre nos busca”, afirma María de la Paz Medina, propietaria de la fábrica Dulces Gissel. Con diminuto tamaño pero un gran sabor, estas dulzuras son el capricho obligado para completar la degustación de cualquier platillo tradicional.

En cuanto a las bebidas, existen varios pobladores de la comunidad de Cantarranas que desde varios meses atrás someten a un proceso de fermentación los ingredientes para elaborar la popular chicha de maíz, bebida que en la temporada del festival refresca el paladar de los visitantes con un delicioso vaso servido en un frasco cilíndrico de bambú.

Pero detrás de la degustación de este tradicional caldo existe un ritual que consiste en que el catador regrese el siguiente año al mismo lugar a disfrutar un vaso de chicha gratis, siempre que la persona conserve el frasco de bambú rotulado con la leyenda “Cantarranas” y el año en que ingirió esta bebida.