Para limpiar su piel utilice un dermolimpiador que no contenga jabón porque este retira los aceites de la piel que previenen y protegen de la resequedad. Al bañarse no lo haga con agua caliente, porque también reseca la piel.
Al secar su piel hágalo con cuidado porque frotarse con mucha fuerza la irrita y elimina la humectación y aceites naturales, lo que provoca o empeora la resequedad. Una opción es no secarse con toalla y dejar que el aire lo haga.
En tiempo de frío y calor su piel debe permanecer hidratada.
Una crema hidratante ayuda a retener la humectación, al bañarse aplique en una cantidad adecuada, la capa no tiene que ser muy gruesa. Si su piel es normal aplique crema dos veces al día, si es muy seca hágalo tres veces.
Aunque haga frío o esté nublado no deje de aplicar protector solar, ya que los rayos del sol siempre afectarán su piel.
Tomar agua es esencial para una piel saludable, igualmente la dieta diaria aportará los nutrientes que su piel necesita para estar bien. Recuerde que lo mínimo de agua al día son ocho vasos.
