Si bien es cierto que el uso de Internet ha facilitado el acceso a la información, tampoco se puede negar que si se utiliza de forma inadecuada o sin la correcta supervisión puede representar un serio peligro, sobre todo para los niños y adolescentes.
Estos grupos vulnerables se han convertido en las víctimas preferidas para lo que se conoce como “grooming”, “sexting”, “pornovenganza” y “sextorsión”.
Estos términos se refieren a delitos sexuales que cada vez son más frecuentes en la red, y que podrían tener graves consecuencias para la víctima y llevarla hasta el suicidio.
Desde el punto de vista social, el “grooming” es un nuevo tipo de problema relativo a la seguridad de los menores en Internet, consistente en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor o incluso como preparación para un encuentro sexual.
Muchos menores están expuestos a estos peligros, ya que tienen acceso a la red a través de diversos dispositivos y sin el control adecuado.
Para evitar que sus hijos sean víctimas de este tipo de amenazas, los padres deben mantener una buena comunicación con ellos, advertirles de estos peligros y recordarles los cuidados que deben tener mientras navegan en Internet, sobre todo cuando un extraño quiera establecer un contacto online.
Para ayudar a los padres a orientar a sus hijos y protegerlos de estos peligros, la empresa ESET Latinoamérica brinda algunas recomendaciones.
Privacidad
En el smartphone toda la información almacenada (fotos, videos, mensajes) podría volverse pública en Internet en caso de que el dispositivo sea intervenido o atacado. Es muy importante hacer hincapié en la importancia de mantener los datos en privado, para no perder el control sobre los mismos.
Las aplicaciones maliciosas están también presentes en ambientes móviles. Además del uso de sistemas para la protección de los datos, no se deben descargar aplicaciones de sitios no oficiales y antes de instalar cualquier aplicación es necesario tener en cuenta qué permisos son solicitados.
Según los expertos de ESET Latinoamérica, “la opción de GPS del dispositivo es muy útil para ubicarse, pero se debe utilizar con precaución, ya que mantenerlo siempre encendido permitiría que a través de las redes sociales puedan saber la ubicación del menor”.
También es importante destacar que cuando se realice una compra utilizando el dispositivo móvil o al realizar la descarga de alguna aplicación, debe acompañarse de un adulto para estar seguro de cómo funciona el proceso.
Pero lo más importante para evitar que sus hijos se conviertan en víctimas de estas nuevas amenazas, es sin duda la supervisión de los padres, ya que el dejar a un menor solo con un dispositivo conectado a Internet lo vuelve más vulnerable.
Conozcalos
1. “Grooming”. Se refiere a obtener grabaciones íntimas de niños con fines pornográficos.
2. “Sexting”. Es el intercambio de fotos de contenido sexual por celulares, generalmente para extorsión.
3. “Pornovenganza”. Es un método de represalia por traición o ruptura amorosa que consiste en difundir imágenes íntimas de una persona sin su consentimiento.
4. “Sextorsión”. Consiste en un chantaje bajo la amenaza de publicar o enviar imágenes en las que la víctima muestra en actitud erótica, pornográfica o manteniendo relaciones sexuales.
¿Qué deben hacer los padres?
1. Comunicación. Se debe establecer un vínculo de confianza entre los padres y los niños, entablando un canal de comunicación de forma que se puedan conocer los hábitos y preferencias al usar los dispositivos móviles.
2. Restricciones. Deje claro cuáles son los lugares permitidos para utilizar el dispositivo, el tiempo durante el cual se puede usar y qué puede hacer durante ese período.
3. Responsabilidad. Créeles a sus hijos la conciencia de no responder mensajes o llamadas de origen desconocido. Si se considera importante, debe ser comentado con una persona mayor.
4. Prevenir. Enséñeles a tomar precaución al conectarse a redes Wi-Fi o Bluetooth, para evitar ataques a la información contenida en el dispositivo. Asimismo, cualquier conexión por estos medios debe estar protegida con contraseña.
