El reloj marca las 6:00 de la tarde y, en seguida, el eco de las cortinas metálicas que chocan contra el suelo al momento de caer sentencian el cierre de la mayoría de los 2,000 negocios del centro histórico.
De repente, el clima de tranquilidad y esparcimiento del parque da paso a una atmósfera de tensión, temor e incertidumbre en una noche donde la luna es la lumbrera principal.
La muchedumbre del día desaparece paulatinamente y únicamente se aprecian siluetas que se cruzan entre los aislados haces de luz y el profundo fondo negro del emblemático sitio.
El bullicio fue reemplazado por un silencio sepulcral, interrumpido por susurros y murmullos, a veces por los gritos y el llanto de un capitalino sometido por la delincuencia.
Y es que el sistema de alumbrado público de la principal plaza del Distrito Central permanece averiado, pese a que hace unos ocho años se revitalizó el espacio.
Esta situación ha transformado al populoso parque en un punto negro del casco histórico, ya que es la única área con problemas de iluminación.
Peligro
Las garras de la delincuencia han visto con agrado la falta de seguridad en el centro, un importante punto de concentración por la cantidad de rutas del transporte urbano.
“Lourdes Núñez” es una joven capitalina que diariamente se expone a potenciales criminales al hacer transbordo en el Casco Histórico durante la tarde-noche.
Siempre trata de salir puntual a las 6:00 de la tarde de su oficina en el bulevar Morazán. Llegar íntegra y con sus pertenencias hasta el centro ya lo considera un logro... pero, lo que viene es una rutina, donde nunca acaba la adrenalina.
“Lourdes” cruza el sombrío y oscuro Parque Central, se adentra en el Paseo Liquidámbar -atestado para esa hora de individuos intimidantes-.
Dobla justo en la sexta avenida y sigue derecho hasta la siguiente cuadra, la calle La Mendieta. A medida se aleja de la peatonal, las vías se hacen más solitarias y su corazón palpita a desdén.
En una bocacalle, donde yace una pulpería en la esquina, está el punto de taxis que la llevará hasta su morada en la colonia Flor del Campo.
“Lourdes” suspira profundamente y recuerda cuando, no hace mucho, debía esperar únicamente bajo las tinieblas.
Asimismo, la dama relata que durante su paso por la Plaza Central ha sido testigo de cientos de robos y asaltos.
La ausencia de la Policía Municipal es un espaldarazo para la presencia de sujetos atemorizantes, lo que siembra incertidumbre.
Sin olvidar, comentó, el desarrollo de actos inmorales y labores de prostitución en ciertos rincones, amparados por la oscuridad.
No obstante, la percepción de la joven parece canalizar la opinión general de los 8,000 y 12,000 capitalinos que circulan entre las 4:00 y 6:00 de la tarde, según datos de la Gerencia del Centro Histórico de la comuna.
Responsabilidad
Ante las constantes denuncias de los ciudadanos, EL HERALDO buscó una respuesta de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
El jefe de Alumbrado Público de la entidad, Francisco Argüelles, aseguró que durante septiembre y octubre se rehabilitó la iluminación en las principales calles y avenidas del Centro Histórico.
“Se renovó el alumbrado de la avenida Cervantes, desde el semáforo del barrio Palmira hasta el centro de Tegucigalpa; se trabajó fuertemente en las estaciones de transporte urbano y zona turística”, manifestó.
Después de la entrevista, el funcionario envió una cuadrilla a la Plaza Central para identificar los sistemas en mal estado y luego se comunicó para informar que la causa de las penumbras en la zona se debe a que dejaron de operar unos faroles instalados por las autoridades de la Alcaldía.
En ese sentido, afirmó que la rehabilitación de los dispositivos no corresponde a la estatal eléctrica; empero, se comprometió a realizar un recorrido para restablecer el suministro en los sectores donde se requiera cambio de bombillos cuyo alumbrado es una obligación de la ENEE.
Rehabilitación
Arturo Suárez, titular de la Gerencia del Centro Histórico de la comuna, reconoció que el mantenimiento del alumbrado en la Plaza Central corresponde a la Alcaldía.
El funcionario justificó que su dependencia municipal no posee los fondos para desarrollar un proyecto de rehabilitación de alumbrado.
La reparación de las luminarias en la plaza tendría un costo entre 50 y 60 mil lempiras, estimó.
Mientras que un proyecto de renovación -lo que sería lo ideal, según argumentó- oscilaría entre 180 y 200 mil lempiras.
“Se podría replantear el sistema de iluminación, porque el que está ahorita está desfasado con respecto a las necesidades del parque”, opinó.
A la vez, explicó que reactivar la iluminación, de la mano de un programa de seguridad integral, estimularía la actividad comercial y el turismo.
Entre 800 y mil negocios, calculó Suárez, como supermercados, restaurantes, cafés y bares, podrían mantenerse abiertos hasta 7:00 u 8:00 de la noche y aprovechar el desplazamiento de la gente.
“Hemos recibido cientos de denuncias, pero el problema es una cuestión de fondos (...) Sabemos que la plaza principal de la ciudad no puede estar oscura”, expresó.
Por su parte, el edil capitalino Ricardo Álvarez se comprometió a revitalizar el sistema de iluminación, con motivos de la época navideña.
“Estamos tratando de hacer un proyecto para arreglar todas las partes y postes en mal estado. Aún no tenemos el presupuesto, pero podríamos invertir entre 300 mil y 500 mil lempiras”, reveló.
Hasta febrero del 2014 estará nuevo escenario
Aunque las autoridades prometieron que antes de que concluyera el 2012 se desarrollaría la transformación del Centro Histórico, el proceso se prolongó hasta el próximo año.
Arturo Suárez, titular de la Gerencia del Centro Histórico, anunció que el proyecto del techado de la Plaza Central terminará hasta mediados de febrero del 2014.
Argumentó que los reiterados atrasos surgieron por el proceso de conciliación del diseño de la obra con diferentes actores, sobre todo la ciudadanía.
No obstante, indicó que en la presente semana se lanzará la convocatoria de licitación en los medios de comunicación.
“Nosotros enviamos todo un paquete de documentos a la Gerencia de Licitaciones, quienes son los que se encargan de revisar y hace el proceso”, informó.
La transformación del escenario principal daría la iluminación que hace falta.
Tiene un costo de tres millones de lempiras, financiados por la Agencia de la Cooperación Española.
