Tegucigalpa

Con masivas eucaristías se recordó la llegada del Salvador a Jerusalén en la capital

Con un solemne acto, los católicos iniciaron la Semana Santa con el Domingo de Ramos; cientos de personas abarataron las parroquias de la capital para bendecir sus palmas
25.03.2024

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con los ramos arriba y cantando al Señor, de esta forma miles de fieles católicos iniciaron la Semana Santa.

Las parroquias de la capital y otras ciudades del país se llenaron del verde de las palmas de olivo para conmemorar el Domingo de Ramos, un evento que recuerda la llegada triunfal de Jesús a Jerusalén.

Feligreses católicos celebran el Domingo de Ramos en la capital

En el centro de Tegucigalpa, como es costumbre y que recibe la llegada de miles de personas, se realizó una procesión.

Desde la iglesia El Calvario del barrio Abajo hasta la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel, se hizo este recorrido donde una anda procesional cargó la imagen de Jesús en un burro, recordando el ingreso a la Tierra Santa.

Este recorrido comenzó minutos después de las 7:00 de la mañana, para una hora después llegar hasta la Catedral.

Toda la actividad fue acompañada por decenas de personas, que con ramos en manos y cantando avanzaban paso a paso.

A un costado de la Catedral se elaboró una alfombra por parte de la Alcaldía Municipal, que dio la bienvenida a la procesión.

Frente al templo metropolitano cientos de capitalinos esperan la llegada de Jesús para comenzar con la santa eucaristía y también la bendición de los ramos.

La santa misa fue presidida por al arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher.

Palabra de vida

En la homilía se recordó cómo el humilde Mesías entró a Jerusalén y luego cómo fue juzgado y crucificado.

“Hoy el mundo necesita reconocer a Jesús, el verdadero Mesías y señor de la historia, reto social y personal. Conocer a Jesús es la mejor manera de conocernos a nosotros mismos, más aún, no nos conocemos a nosotros sin reconocer a Jesús”, recalcó Nácher.

Con mucho fervor, celebran el Domingo de Ramos en el DC

Además, dijo que los ramos bendecidos sean para glorificar a Dios, deben ser llevados a casa, donde serán un recuerdo patente de la fe.

Una de esas tantas personas que llegó a bendecir su ramo fue doña Amelia Castro, de 80 años.

“Todo estuvo muy lindo, siempre vengo todos los domingos a misa. Esta semana es para orar y estar más cerca de Dios”, dijo Castro.