Tegucigalpa, Honduras.- Al salir de sus viviendas o de zonas comerciales, muchos capitalinos han encontrado sus vehículos sin retrovisores, baterías, radios y otros objetos debido al hurto en carros que arrecia en la ciudad.
Según información de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), los lugares más afectados por este flagelo en crecimiento son el barrio Abajo, la tercera avenida, la Calle Real de Comayagüela y centros comerciales que no cuentan con seguridad.
Asimismo, revelan que el delito se ha tipificado en las colonias Kennedy, Hato de Enmedio y Villa Nueva, donde es elevado el saqueo de automotores, ya sea en las calles o en los
parqueos comunitarios.
Estos actos delictivos afectan a cada dueño de un automotor, pues en cada robo dejan grandes daños a los vehículos.
“Aquí han hecho una barbaridad de robos, pues a este carro que es de un vecino le robaron la batería, el radio y los parlantes. No se llevaron el tablero porque no pudieron arrancarlo. Mientras que al de mi hermana le robaron la batería”, contó “Francisco” (seudónimo por su seguridad), un vecino del sector 10 de la colonia Hato de Enmedio.
Este robo de accesorios no solo tiene un fuerte impacto en el funcionamiento de las unidades, sino en la parte económica, ya que en cada hecho los afectados pierden hasta diez mil lempiras, aseguran.
“El gasto que tuvo mi hermana por este robo fue de 3,000 lempiras, gracias a Dios que fue lo único que se llevaron. Fue hace poco que se la robaron, pero a los demás vecinos los destusan a cada rato”, reveló.
Para otros, las pérdidas son mayores. Don “Juan” contó que el sábado anterior estacionó su viejo Datsun a inmediaciones de la Feria del Agricultor de Villa Nueva y más tardó en ir a comprar verduras que dos facinerosos en abrirle el carro y llevarle dos baterías (una de repuesto), la caja de herramientas y el radio.
“Dos veces han robado en mis dos carros y lo que me han hurtado son las baterías y radios y eso me ha dejado una pérdida de entre 4,000 a 5,000 lempiras cada uno”, manifestó un afectado de la Kennedy, que dijo llamarse don David.
En esta colonia, estos actos delincuenciales fuera de control castigan severamente a los propietarios de vehículos. “En este estacionamiento hay vigilancia de día y de noche, pero siempre les roban a los carros de aquí. En la noche es cuando se roban las baterías, radios, llantas de repuesto, gatas, etc”, relató un vecino quien pidió omitir su nombre.
Afectados no denuncian
Las autoridades manifestaron que estos hechos van en aumento por la falta de denuncia de la ciudadanía, pues solo llega de una a tres quejas a la DPI. “Sabemos que en la vía pública hay muy poca información, por lo que requerimos denuncias de la población para empezar procesos de investigación para dar con su paradero”, pidió Jaír Meza, portavoz de la Secretaría de Seguridad.
