Tegucigalpa

En una hora el fuego acabó con el sustento de 20 familias

Ocho locales comerciales fueron reducidos a cenizas en el centro histórico. El sistema eléctrico precario fue la causa

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18.02.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La desgracia redujo a cenizas los sueños de siete emprendedores. El esfuerzo y trabajo que durante décadas se tradujo en sustento, ahora está en precario.

El trágico evento que devastó ocho locales comerciales en el centro histórico de la capital inició el domingo aproximadamente a las 3:30 de la tarde. A las 5:20 PM, el humo y llamas que sobresalían entre los tejados alertó a los ciudadanos, que de inmediato llamaron al Cuerpo de Bomberos.

Comercios
De los ocho locales siniestrados, dos estaban desocupados, no obstante en uno de ellos los locatarios habían iniciado varias remodelaciones para darle vida a su emprendimiento; su idea no se cumplió.

Los otros seis negocios proporcionaban una fuente de trabajo a más de 20 personas, es decir los damnificados directos son más de 50, pues los obreros tienen esposas e hijos que alimentar.

A orillas de la avenida Miguel de Cervantes, a media cuadra de la Catedral San Miguel Arcángel, los negocios que se perdieron son el Comercial Luna, lugar donde se vende ropa desde hace 10 años.

Los propietarios del establecimiento explicaron que el 50 por ciento de su mercadería fue presa del fuego.

Mientras los empleados del dañado local cargaban las tarimas, uno de los propietarios detalló que además de las llamas, parte del agua utilizada para sofocarlas dañó las prendas.

“Los domingos trabajamos, vimos que en un negocio salía el fuego, bajamos las cuchillas y llamamos a los Bomberos”, explicó una propietaria que por temor a los extorsionadores prefirió no identificarse.

La dama afectada detalló que todo el techo se quemó y quedó “recargado de agua y es cuestión de tiempo para que se derrumbe”.

En la misma calle también resultó afectado el comedor Más Catracho que Chino, lugar que abrió sus puertas al público hace un año.

Los deliciosos platillos con un toque oriental por los momentos ya no se venderán.

En el recuento de daños se incluye también el Mercadito Lenor, lugar que inició sus operaciones hace tres años.

Más adelante, entre la avenida en mención y la calle Adolfo Zúñiga, está Plásticos Valerie. El negocio familiar que nació hace 20 años es uno de los más afectados.

Y luego, en la calzada que conduce hacia la avenida Paz Barahona, el fuego casi arrasó con el Centro de Belleza Flor, el negocio más antiguo de los que resultaron afectados.

El salón abrió sus puertas a los capitalinos hace 36 años. Contiguo a esta sala de belleza pereció además la floristería Brihana Flower, un local que emprendió hace tres años.

Cálculos
Con sus prendas manchadas por el hollín, los damnificados explicaron a EL HERALDO que cada mes pagan una renta que oscila entre los 12 mil a 20 mil lempiras.

Entre la ropa, comida, abarrotería, sillas y todo el menaje –sin incluir los daños en las estructuras–, los vendedores calcularon que las pérdidas superan los 500 mil lempiras.

Aunque de manera preliminar, personal de la Gerencia del Centro Histórico y algunos afectados manejan como hipótesis que el incendio inició en el mercadito, el Cuerpo de Bomberos aún no emite un comunicado oficial que lo certifique.

Propuesta
Óscar Triminio
, portavoz del Cuerpo de Bomberos, explicó que la mayoría de incendios en las zonas históricas –y no solo en Honduras– ocurren por no acatar las medidas de prevención.

“El incendio del domingo, cerca del famoso lugar Chinda Díaz, así como los que han ocurrido en los últimos cinco años, apunta a que lo provocó un sistema eléctrico precario”, explicó.

A criterio de Triminio, los vetustos alambrados junto a las nuevas instalaciones eléctricas que irrespetan la capacidad de carga, son una invitación dirigida al desastre.

“Somos bastante enfáticos al orientar a la población, les pedimos que hagan revisiones en sus instalaciones por lo menos dos veces al año”, recordó.

Entre las recomendaciones a seguir por parte de los locatarios de viejos inmuebles, el rescatista ahondó en la importancia de no saturar las baratas regletas que suelen utilizar con frecuencia los comerciantes en sus negocios.

“Las regletas que cuestan menos de 100 lempiras, que se encuentran en cualquier lugar informal, son hechas sin ninguna norma de calidad; una que cumpla con todas las certificaciones de seguridad cuesta entre los dos mil a tres mil lempiras”, detalló.

Una simple revisión y no sobrecargar un tomacorrientes hace una gran diferencia”, concluyó.

Hasta el cierre de esta edición, la única ayuda que los damnificados recibieron fue una propuesta de endeudamiento.

No obstante, la idea de adquirir un préstamo tras el devastador incidente no fue bien recibida por la mayoría de comerciantes. A criterio de los afectados, es necesario que el gobierno junto a la Alcaldía Municipal demuestren su solidaridad y se pongan del lado de los necesitados.

“En diciembre se metieron los ladrones a mi negocio”

Propietaria del Centro de Belleza Flor. Foto: Efraín Salgado/EL HERALDO.

Un popular adagio dice que “las desgracias no vienen solas”.
Doña Floridalma Ponce inició con su negoció hace 36 años, en las casi cuatro décadas arreglando el cabello de miles de clientas ha sufrido más de 30 asaltos.

El último fue en diciembre, ya que la remodelación de un local contiguo a su negocio se convirtió en un imán para los malvivientes. Aunque de su patrimonio solo quedan escombros, cenizas y carbón, prometió que “empezará de cero”.

Sin alternativas, por los momentos no descartó la posibilidad de solicitar un préstamo y endeudarse para resurgir como el ave fénix. Doña Flor, como se le conoce, fue acompañada por sus seres queridos antes, durante y después del siniestro.

“Era mi primer negocio, en el 2019 declaré mis impuestos”

Creador de la idea Más catracho que Chino. Foto: Efraín Salgado/EL HERALDO.

Tras sortear toda clase de obstáculos y lograr vencer los engorrosos trámites que impone la Alcaldía, Kevin Morales obtuvo los cinco permisos para arrancar la propuesta Más Catracho que Chino.

“Los bomberos hicieron lo posible por apagar el incendio, pero después de ellos no ha venido nadie a ayudar”, lamentó.

Con mucho ánimo inició el negocio, incluso su primera declaración de impuestos fue en el 2019.

Aún así, ni su buena voluntad logró imponerse contra el destino y salvarlo de las pérdidas.

“Grupo solidario viene a ofrecer préstamos para enjaranarme, no quiero pagar cinco veces más lo que voy a sacar”, concluyó.

“Sobrevivimos gracias a créditos y préstamos”

Plásticos Valerie operó por más de dos décadas. Foto: Efraín Salgado/EL HERALDO.

Jorge Cáceres logró establecer junto a su familia el negocio de venta de plásticos hace 20 años.

Jamás imaginó que en un domingo por la tarde su fuente de ingresos quedaría devastada.

Con un semblante serio, el ciudadano se mostró tímido y prefirió no opinar.

Sin embargo, tras observar que los demás damnificados hablaron con EL HERALDO, el emprendedor dio voz a sus pensamientos.

“Nosotros invertimos mucho para mantenernos a flote, tenemos varios prestamos, en estos momentos las ventas no están muy buenas y sin empleo todo es complicado”.

Aunque las pérdidas son cuantiosas, agradece que no hubo lesionados.