Tegucigalpa

Honduras no es huérfana, ¡tiene una madre celestial!

La Basílica Menor, repleta de peregrinos, se convirtió en el epicentro de fe que vertió esperanza, devoción y agradecimiento en los hondureños. ¡Felicidades, Morenita!, le expresaron sus hijos

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04.02.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La fe y la devoción de la familia Espinal dio frutos; con una milagrosa aparición, la Reina de Honduras otorgó salud a la pequeña Victoria.

Para rememorar la bendición, los Espinal viajaron desde Danlí, El Paraíso, para poder agradecer durante el 273 aniversario de hallazgo el regalo que la Morenita les concedió.

Mi pequeña estaba muy enferma –cuando comía los alimentos se le iban a sus pulmones–, pasó más de un mes en distintos hospitales, pero hace cinco años la puse en manos de la Virgencita, ella apareció y me dijo: ‘tu hija ya está sanada’, fue algo divino y sucedió en el Hospital Escuela”, recordó Melisa Espinal, madre de Victoria.

El testimonio de la agradecida mujer fue solo una gota en el mar de gratitud y fe que movió ayer a miles de hondureños hasta su santa morada en la aldea de Suyapa.

El festejo
La casa de la Patrona de Honduras amaneció abarrotada en su día, pues miles de creyentes viajaron desde tierra adentro. Su misión fue gratificar a la Reina del Cielo.

“Las mañanitas” recordaron que pasó un año más y Suyapita sigue cobijando a sus hijos, las notas musicales retumbaron en la Basílica Menor y los mariachis y bandas marciales ofrecieron su talento.

Los alrededores del santuario estuvieron inundados de peregrinos, con improvisados campamentos dejaron claro su religiosidad y que son marianos de corazón.

Aceras, arbustos y cualquier centímetro bastó para armar su centro de descanso y garantizarse un cupo en la eucaristía solemne de la Virgen de Suyapa.

Asimismo, la fiesta más grande celebrada por los hondureños ayudó a incentivar el comercio, comidas, bebidas, ropa, crucifijos, candelas y muchos objetos más fueron ofrecidos por emprendedores.

Para satisfacer la necesidad de fe de los visitantes, más de 24 misas fueron oficiadas de manera simultánea en la Basílica y en la Ermita.

“Superamos nuestras expectativas, nos favoreció que fue un fin de semana”, expresó el rector de la Basílica, Carlo Magno Núñez.

“Tenemos que llenarnos del amor de Dios que propaga Nuestra Señora de Suyapa, el Señor nos manda a cumplir los sagrados mandamientos, ese es el mensaje de la santísima Virgen para nosotros”, añadió.

La santa misa
La eucaristía solemne en celebración del 273 aniversario del hallazgo de la Virgen fue oficiada por el nuevo nuncio apostólico para Honduras, monseñor Gábor Pinter, quien fue el encargado de dirigir el evento de acción de gracias en lugar del cardenal Óscar Andrés Rodríguez.

Mientras el religioso de origen húngaro exaltaba el amor que brota del corazón de la Virgencita y repetía que Honduras no es huérfana, que tiene una madre santísima, una kilométrica fila de creyentes demostraban su paciencia, formados para ascender al Coro del Templo y poder presenciar durante unos segundos la milagrosa advocación de María.

La Morenita se posicionó en una urna de cristal desde el sábado 1 de febrero y fue regresada anoche a su nicho de honor.

“Sabemos que con ella nos llega la divina misericordia... el esclavo tendrá redención; el enfermo, salud; el triste, consuelo y el pecador, perdón”, detalló Pinter durante la homilía.

Sin distinción de clases sociales, el fervor mariano e intercambio de amor fue esparcido desde el campesino más humilde hasta el titular del Poder Judicial, Rolando Argueta; diputados; la vicealcaldesa Eva del Carmen López; la designada presidencial Olga Alvarado y doña Elvira Alvarado, madre del presidente Juan Orlando Hernández.

Para que nadie se perdiera ni un minuto la prédica, múltiples pantallas fueron instaladas dentro de la casa de la madre de Jesús.

Los rostros inclinados y las personas de rodillas demostraron respeto y arrepentimiento.

Para repartir el cuerpo y la sangre de Cristo, ocho patenas fueron diseminadas en las manos de los sacerdotes, quienes con devoción entregaron la hostia a los creyentes.

De pie y de rodillas, los peregrinos se acercaron y recibieron la Sagrada Forma y elevaron plegarias ante el Altar Mayor.

Según la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), el total de visitas superó los 1.5 millones de personas.