TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La crisis de agua en la capital empeora. Cada vez hay más habitantes sin recibir agua y la inversión para mejorar el abastecimiento es tan baja como la actual disponibilidad del vital líquido.
Las represas se encuentran en niveles preocupantes y solo tienen agua para los primeros días de octubre, eso si se sigue con el plan de racionamientos de cada cinco días en el caso de La Concepción y Los Laureles y cada seis días en el caso de las colonias abastecidas por El Picacho.
EL HERALDO conoció que los horarios de racionamiento están por ser modificados a cada siete días en toda la ciudad. Además ya se han iniciado reuniones para declarar en los próximos días una emergencia en el municipio ante la carencia del recurso hídrico.
Los pronósticos de lluvia no son alentadores y de no desarrollarse un fenómeno natural extraordinario, la esperanza de que los embalses puedan rebosar se evapora.
 |
En ese sentido, las autoridades anunciaron que los racionamientos se prolongarán hasta los primeros cuatro meses del próximo año y mucho más drásticos, pues el actual panorama se generó aún cuando La Concepción y Los Laureles alcanzaron sus máximos niveles en el invierno de 2018.
Julio Quiñónez, subcomisionado de Copeco para el Distrito Central, aseguró que “este año solo se podrá superar el abastecimiento, pero nos esperan seis meses difíciles, por lo que se deben tomar medidas inmediatas para almacenar agua”.
Medidas extremas
Al ver que por días no sale ni una sola gota de agua del grifo, muchos capitalinos han tenido que tomar medidas extremas para conseguir el vital líquido, como utilizar agua de pozo.
En el sector 2 de la colonia El Carrizal, Reinaldo López es el administrador de un pozo de una profundidad de 80 metros y contó a EL HERALDO que por la crisis de agua ha cambiado su modalidad de distribución del bendecido líquido.
“En estos días ha aumentado la cantidad de clientes, pero por motivos que no tenemos mucha agua no les estamos vendiendo a las cisternas, solo a los clientes que llegan en sus carros particulares con sus barriles”, detalló.
 |
En el pozo ubicado en la aldea Las Tapias el agua es vendida tanto a cisternas como a clientes particulares. No obstante, los horarios de distribución han sido reducidos debido al intenso trabajo de las bombas al sacar agua por horas y horas ante la alta demanda.
Los racionamientos en los llenaderos de Altos de Toncontín, La Divanna y Los Laureles son severos, pues solo están trabajando hasta mediodía.
