Tegucigalpa

Un déficit de agua de tres meses tienen las represas en la capital de Honduras

Situación de los embalses es alarmante. Las recientes lluvias no han logrado mejorar los niveles. SANAA asegura que calidad del agua está garantizada. Invierte 30% del presupuesto en potabilización

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19.08.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La única salida en este momento para regular el suministro de agua en la capital es que las lluvias recuperen los niveles de los embalses.

Las tres principales fuentes de abastecimiento del vital líquido (La Concepción, Los Laureles y El Picacho) se encuentran en niveles alarmantes en comparación al mismo período del año anterior.

De manera que ni siquiera hay opción para que las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) utilicen el recurso conocido como anillo de interconexión.

Este método consiste en enviar agua de una fuente abastecida a zonas que se encuentran limitadas en su suministro.

¿Cómo se llegó a esta crisis?
Las autoridades del SANAA cada año comienzan a regular el suministro de agua desde noviembre hasta mayo del siguiente año, en espera de lluvias que recuperen los embalses.

Pero este año, las precipitaciones no han sido las esperadas.

Desde mediados de octubre de 2018 no se han reportado lluvias capaces de mejorar el nivel de las represas, por lo que suman diez meses sin nutrir del vital líquido.


Lo regular es padecer cinco a seis meses sin recibir agua, pero este año hay un déficit de casi tres meses sin lluvias, pues se debe considerar el período de canícula que demora unos 25 días.

Roque Andrade, jefe de subsistema de Los Laureles, afirmó que los horarios para enviar agua cada cinco días a las zonas abastecidas por La Concepción y Los Laureles seguirán hasta que se recuperen los embalses.

Lo mismo sucederá en el caso de las más de 70 colonias nutridas por la fuente superficial de El Picacho. El suministro de agua es enviado durante 10 a 12 horas en los días que los grifos vacíos comienzan a gotear el vital líquido.

Las autoridades del SANAA se encuentran a la espera del reporte del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), para determinar nuevas acciones.

En tanto, las autoridades del ente distribuidor de agua deben invertir hasta un 30% más de la partida presupuestaria para garantizar la calidad del agua.

“En todas las plantas de tratamiento, estamos cumpliendo con la norma, no deben temer por la calidad de agua”, afirmó el funcionario.

Bessy Santos, una vecina de la colonia Nueva Suyapa, se quejó de que los vendedores de agua de los carros cisterna no quieren vender solo un barril, que en ese sector ronda los 40 lempiras y lo mismo sucede en colonias como El Sitio.