Tegucigalpa

Monigotes de año viejo comienzan a instalarse en las calles de la capital de Honduras

Los tradicionales años viejos ya lucen en las calles de la colonia Los Pinos, barrio La Ronda, Kennedy, Villa Nueva y otras zonas. En su mayoría los monigotes son elaborados a base de papel periódico, ropa vieja y zacate seco

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13.12.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Quemar los malos recuerdos que deja el año que agoniza es una de las costumbres que no se pierde y continúa arraigada entre los capitalinos.

Desde ya en algunos barrios y colonias del Distrito Central se observa la elaboración de diferentes años viejos.

Vestidos con zapatos rotos y ropa vieja, los monigotes animan el ambiente de los pobladores en los lugares más populares de la ciudad.

“Una coperacha para el año viejo”, “Hey usted, deme pisto para el pichingo” y “Ándele, no sea tacaño”, son algunas de las expresiones que más se escuchan en las entradas de las sectores en la periferia de la ciudad.

En su interior las figuras se encuentran llenas de cartón, papel periódico, zacate seco y otro tipo de material que contribuye a su quema el 31 de diciembre.

Además de los explosivos que serán introducidos en su interior para efectuar la quema, los vecinos marcan el comienzo de un nuevo año para sus comunidades.

Tradición
Carlos Gómez y Lisandro Reyes
son dos amigos que residen en la colonia Los Pinos. Cada mañana y tarde se ubican en la orilla de la calle principal con el fin de pedir una contribución para “Papucho”, su muñeco.

“Este año decidimos bautizar al monigote como “Papucho”, ya que nos pareció divertido”, dijo Gómez.

El jovencito comentó que con la quema del muñeco espera que el próximo año sea de mejores oportunidades para su comunidad y el país.

Otras figuras llamativas son las que se encuentran ubicadas en la calle principal del barrio La Ronda.

Vestidos con sacos, corbatas y zapatos formales, Julio Cáceres creó la figura de dos reconocidos políticos.

“Uno es del país y otro del extranjero. Han dejado mucho dolor y tristeza en las personas. Tomaron decisiones que no han sido buenas para mis compatriotas y por eso habrá que quemarlos el 31 de diciembre”, comentó Cáceres.