Tegucigalpa, Honduras
En un ambiente familiar, de sano esparcimiento y convivivencia, se realizó en el Paseo Liquidámbar el Primer Festival del Tamal.
Y es que una masa de maíz preparada, aderezada con manteca de cerdo, entre otros ingredientes al gusto, arroz, papa, carne de pollo o cerdo, pasas, chícharos, y cocinado en hojas de plátano, lo convierten en uno de los platillos más exquisitos de Honduras.
El tamal, manjar de origen criollo, está presente en las celebraciones relevantes: Navidad, cumpleaños, bautismos, fiestas populares, novenarios y otros eventos.
Degustación
Por la relevancia que representa dentro de la gastronomía criolla, el Museo para la Identidad Nacional (MIN) realizó este primer festival bajo el lema: Sabor, Cultura e Identidad.
El emblemático Paseo Liquidámbar, frente al recinto cultural, fue el escenario donde los capitalinos fueron testigos del sabor, color, textura y tradición al degustar varias propuestas de tamales.
El objetivo del evento es fortalecer la herencia gastronómica, propia de la identidad nacional y que, como tal, deben conservarse en el país como parte del legado.
“Esta es la primera vez que se realiza el Festival del Tamal, que tiene el propósito de conservar el legado de nuestros ancestros.
Se pueden degustar diferentes propuestas desde los tradicionales, hasta vegetarianos”, afirmó Marjorie Cerrato, encargada de comunicaciones del MIN.
Este evento fue apoyado por la Alcaldía Municipal, el proyecto Vuelve al Centro, la Cooperación Española y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), entre otras entidades.
Para darle realce a la degustación de tamales, hubo presentaciones artísticas, entre las destacadas música típica hondureña y las danzas folclóricas
