Tegucigalpa

El 6% de los niños capitalinos participan en el mercado laboral

En la capital laboran unos 19,554 niños. Los principales sectores donde se desempeñan los infantes son la construcción, servicio doméstico, acarreo de mercadería y ventas

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12.06.2018

Tegucigalpa, Honduras
Aún soñoliento, Enrique, de siete años, se alista cada mañana para ir a trabajar.

A toda prisa come un par de tortillas con un poco de frijoles, pues sabe que le espera una larga jornada laboral.

Las clases de segundo grado las recibe a las cansadas, porque la responsabilidad familiar recae sobre sus hombros.

Y es que es el mayor de tres hermanos y debe colaborar con los gastos del hogar. Por eso en lugar de agarrar la vieja mochila, donde tiene sus cuadernos, desde tempranas horas carga en hombros un paquete de bolsas con agua para ir a venderlas.

Realidad
Esta es la cotidianidad que viven centenares de menores en el país y en particular en la capital, que al igual que Enrique tienen que hacer a un lado sus estudios, pues el trabajo se los impide.

Con él no se cumple la popular expresión “El trabajo no es cosa de niños, si se cansan que sea de jugar”.

En las últimas horas se conmemoró en la ciudad el Día Internacional contra el Trabajo Infantil. En el marco de este evento, World Vision y el proyecto Futuros Brillantes desarrollaron un foro donde se abordó la problemática de la labor infantil.

Conforme a las estadísticas que maneja la dependencia de Monitoreo y Evaluación de World Vision, en la actualidad trabajan en la capital 19,554 niños de entre cinco y 17 años.

Estos representan un 6% de los 300,000 menores que habitan en el municipio. La mayoría de los niños que trabajan solo culmina la primaria, el salario que perciben es de apenas 2,853 lempiras al mes.

Otro dato importante es que el 64% de los niños que laboran no reciben pago, es decir que no son remunerados.

De igual manera, 5,190 niñas se ven involucradas en actividades del hogar o domésticas que no son reportadas como trabajo infantil.

Los sectores en los que más participan los infantes son la construcción, comercio, servicios domésticos y acarreo de mercadería, entre otros.

Jorge Valladares, responsable del proyecto Futuros Brillantes, manifestó que “la problemática consiste que en Honduras el Trabajo Infantil se realiza en diversos sectores formales, así como dentro del contexto familiar y existen patrones culturales que obligan a decenas de niños a trabajar desde tempranas edades”.

Valladares expresó además que de acuerdo con informes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cada año se incorporan más niños trabajadores, las cantidades varían, pero en 2017 fueron 30,000.

Educación, una prioridad
La educación se convierte en una respuesta a la explotación laboral infantil, por lo que se deben formular programas y proyectos a nivel de diferentes sectores, incluido el gobierno.

Hay que tomar en consideración los modelos globales que combinan la educación formal o acelerada y la generación de ingresos para jóvenes y sus familias.

Carlos Madero, ministro del Trabajo, manifestó que en Honduras se registra un millón de niños de entre cinco a 17 años que están fuera del sistema educativo.

“Sabemos que en Honduras el trabajo infantil tiene dos vertientes, una es el ingreso familiar y otra el patrón cultural del padre que le permite al hijo llegar hasta donde él llegó”, aseguró.