Tegucigalpa, Honduras
Abordar un bus urbano, sea ejecutivo o amarillo, después de las 7:00 de la noche se ha vuelto una odisea en varias rutas de la capital.
Y es que unas tres horas antes de que se venza el tiempo de servicio nocturno, que es hasta las 10:00 de la noche, un alto porcentaje de las unidades son paradas.
Gerardo Aguilar, asesor del Consejo Nacional del Transporte (CNT), informó que la principal causa para que se incumpla con el horario nocturno es la inseguridad.
Se estima que hasta las 7:00 de la noche circulan unos 1,000 buses, de los 1,870 que de manera legal prestan el servicio en la ciudad, es decir que queda en funciones un 45 por ciento de la flota.
Lo mismo sucede con los taxis, al grado que después de las 8:00 de la noche para varias rutas solo ofrecen carreras directas a precios altos. Desde el centro hacia colonias como Los Laureles, San Francisco o Arturo Quezada cobran entre 150 y 200 lempiras. Desde el centro hacia el Hato de Enmedio o la Kennedy cobran entre 120 y 150 lempiras.
Esta situación ha permitido que se beneficien los “brujitos”, que además cobran un lempira menos por el pasaje en relación a los ejecutivos. Y es que los ejecutivos cobran 11 lempiras y los “brujitos” solamente 10 lempiras.
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Demanda
De lunes a viernes, entre las 5:00 y 7:00 de la noche, el servicio de transporte se encuentra en auge, pues se observan extensas filas de personas a la espera de subir a una de estas unidades.
De las 7:00 de la noche en adelante el flujo de pasajeros es mínimo, según los transportistas, otra de las razones que exponen para bajar la cantidad de buses que andan en la calle. Según estudios, el 40 por ciento de las movilizaciones que se realizan a diario en la ciudad se efectúan a través de transporte público.
“La gente en horas pico hasta se va apiñada en los buses porque teme quedarse sin transporte. Nosotros no podemos dar servicio más noche porque no hay seguridad”, manifestó Aguilar.
Entre los sectores que mayor demanda de transporte nocturno presentan se encuentra la ruta del bulevar Suyapa. En esta misma zona a las 9:00 de la noche aún hay una alta demanda del servicio por los alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Años atrás también existía una demanda significativa de los alumnos que se matriculaban en la nocturna, pero este año la matrícula en esta jornada disminuyó en un 50 por ciento en comparación al año anterior.
En la actualidad, la matrícula en la capital, durante la noche, no llega ni a los tres mil alumnos.
“Algunos jóvenes nos comentan que uno de sus limitantes para seguir estudiando es que no hay servicio de transporte”, manifestó Miguel Raudales, asistente técnico de la Dirección Departamental de Francisco Morazán. Los alumnos que acuden a esta jornada finalizan sus clases a las 9:30 de la noche y en ocasiones a las 10:00 de la noche.
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Por su parte, Marvin Galo, transportista, informó que en años anteriores se brindaba transporte a más de cinco mil estudiantes solo entre el Instituto Jesús Aguilar Paz y el Instituto Mixto Hibueras.
Denuncias
En lo que va del año, el Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT) no ha recibido denuncias por parte de usuarios que exijan el cumplimiento del horario de transporte público hasta las 10:00 de la noche. Pese a ello, es del conocimiento de las autoridades del IHTT que el horario nocturno no se cumple.
Por ejemplo, la ruta Mateo-Las Tapias-El Centro termina labores alrededor de las 6:20 de la noche. También la ruta de El Carrizal-La Esperanza-28 de Marzo-San Felipe termina labores en un horario similar. La ruta de Las Torres-El Centro es una de las que culmina antes de las 6:00 de la tarde.
El incumplimiento de horario es una falta grave contemplada en el artículo 80, numeral 9, de la Ley de Transporte Terrestre de Honduras.
Oportunidad y seguridad
Representantes del transporte público consideran que hasta que no se experimente un ambiente más seguro en la ciudad no podrán ofrecer un horario más extenso en el servicio. Además hacen un llamado a las autoridades para regular las unidades de transporte que funcionan de manera ilegal.
Por su parte, Mario Rivera, portavoz de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), manifestó que se tienen asignados agentes de seguridad para brindar resguardo a los usuarios del transporte en el sector del Bulevar Fuerzas Armadas, desde El Carrizal hasta Villas del Sol, también en el bulevar Suyapa y en el anillo periférico a la altura de la colonia Centroamérica.
Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa, consideró que si en la capital se tuviese más disponibilidad de transporte durante la noche, algunas empresas retomarían los turnos nocturnos. La jornada laboral nocturna se ha abandonado en algunas empresas por problemas de la inseguridad en el transporte urbano y en algunos barrios y colonias de la capital.
En auge el servicio de taxis VIP en el Distrito Central
Son cómodos, limpios y aseguran a sus clientes seguridad durante su movilización. En los últimos años el servicio de taxis denominado VIP se ha consolidado como una alternativa para los usuarios del transporte que temen utilizar el servicio de buses ejecutivos, taxis e incluso de los buses conocidos como “brujitos”.
Los taxis VIP circulan por las calles de la capital como cualquier otro vehículo, pues poseen placa particular, pero no tienen el permiso para brindar un servicio público por parte de las autoridades del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre.
Según autoridades de la Asociación de Taxistas de Honduras (Ataxish), en el Distrito Central circulan un estimado de 7,000 unidades de taxis. Además se han identificado 3,000 unidades ilegales.
El servicio de taxis VIP se puede ubicar en la actualidad a través de redes sociales.
La tarifa que se ofrece en este servicio varía y se cobra por punto de destino. Por ejemplo, de la colonia Prados Universitarios hasta Loarque se cobra un promedio de 110 lempiras.
El servicio de taxis VIP brinda atención hasta altas horas de la noche. En la actualidad ha surgido una nueva modalidad de servicio denominada conductor seguro. Esta modalidad consiste en el pago de un conductor que acude a un punto pactado para conducir el vehículo del cliente y llevarlo hasta el lugar que se le indique. El servicio se da desde los 200 lempiras.
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