Tegucigalpa

Inician cambios en las escuelas ambientalistas

Los protagonistas de Escuelas Amigables con el Ambiente han transformado sus entornos a un mes de iniciada la competencia educativa

FOTOGALERÍA
13.04.2018

Tegucigalpa, Honduras
Tienen entre seis y once años, pero con audacia responden lo que han aprendido acerca de cómo cuidar la naturaleza.

Se trata de los niños que se convirtieron en los aliados del ambiente y que desde sus centros escolares se han vuelto protagonistas de los cambios en favor de la ecología.

Son los participantes de la sexta edición de la jornada educativa Escuelas Amigables con el Ambiente que promueve diario El HERALDO en el Distrito Central.

Desde el banderazo de inicio del proyecto verde, los más de 4,700 alumnos que integran esta sana competencia han puesto manos a la obra para demostrar que son amigos del planeta Tierra.

Ingresar a los centros educativos que participan durante este año es darse cuenta de los grandes cambios que pueden realizar pequeñas manos respaldadas por las manos adultas.

Y es que el color verde ha comenzado a invadir paredes, jardines y aulas de clases de los centros participantes.

Por ejemplo en la Escuela Lisandro Quezada, ubicada en el sector nueve de la colonia Hato de Enmedio, una ecoaula se ha comenzado a formar con el fin de que los alumnos puedan aprender sobre el ambiente en un espacio donde los muebles son elaborados con llantas y las chapas y tapones de botellas y refrescos adornan didácticos murales.

También los niños, docentes y padres de familia se han encargado de dar vida al cemento de las canchas del centro educativo con coloridos juegos como un tablero de ajedrez y serpientes y escaleras.

En tanto en la colonia Nueva Suyapa, los alumnos de la Escuela Víctor F. Ardón se han puesto literalmente la camisa verde.

También han dejado claro su compromiso con el proyecto ambiental, pues en cada aula de clases se recibe a los estudiantes con un mural elaborado con material reutilizado.

Cada pieza es un ambiente diferente, en algunas aulas hay paisajes elaborados con tapas de refrescos y en otras hay discos compactos colgando de las ventanas como si fueran cortinas.

Los alumnos de la Paquita Guerrero lucen sus manualidades.

Las jardineras también emanan alegría, pues el color de las hojas y el rojo intenso de las flores acompañado de adornos que tienen como base el plástico reutilizado inspiran a sumarse a la lucha para proteger la naturaleza.

La Escuela Paquita Guerrero, ubicada en la colonia San José de la Peña, también está de parte del ambiente.

Con murales pintados por los escolares se ha logrado revivir el entusiasmo por cuidar el entorno ecológico.

Las jardineras lucen colmadas de vida y adornadas con un exquisito gusto, con productos que demuestran cómo los menores, docentes y padres de familia se han amalgamado para mejorar su entorno educativo.

En la colonia Venezuela, en la Escuela Raúl Zaldívar, hay un gusanito elaborado con llantas reutilizadas, una motocicleta construida con madera que estaba por ser abandonada y un barco cuya bandera es de papel al que se le ha dado una nueva oportunidad de utilidad.

En tanto en la colonia San Buenaventura, en la Escuela República de Francia, el ambiente se ha vuelto protagonista, pues las viejas llantas se han convertido en la novedad del centro educativo ya que son ahora el hogar de decenas de plantas.

Mientras que en la Escuela John F. Kennedy, de la colonia Kennedy, los alumnos se han identificado con una camiseta en honor al proyecto amigable.

También se han elaborado murales y revitalizado el área verde.

La Escuela República de Canadá no se ha quedado atrás y comenzó a rescatar sus jardineras con botellas de colores.

La ruta por salvar la naturaleza comienza a dejar huellas en los 10 centros escolares participantes en la contienda a favor de los recursos naturales. ¡Felicidades, niños ambientalistas!