Tegucigalpa,Honduras
La última pieza para armar el rompecabezas de alivio vehicular la capital aún no es colocada.
En los últimos cuatro años se habilitaron 14 megaproyectos viales, pero el caos se mantiene.
La principal causa que dan a conocer las autoridades municipales es que las calles llegaron al límite de su capacidad y el tráfico vehicular se vuelve cada vez más pausado en los principales corredores de la ciudad.
Se estima que son más de 600 mil vehículos particulares los que circulan a diario en la capital.
Las zonas donde se construyen obras de infraestructura vial son las más conflictivas, y las autoridades de la comuna capitalina corren contra el tiempo para actualizar la infraestructura de la capital hondureña.
Esta premura ha generado que se construya hasta una docena de soluciones viales de manera simultánea.
En la actualidad, se encuentran en ejecución diez proyectos, entre túneles y pasos elevados. El congestionamiento en los tramos en los que se construyen estas obras aumenta entre un 10 a 15 por ciento, según Nahúm Benítez, jefe de transporte y vialidad de la Gerencia de Movilidad Urbana de la comuna capitalina.
Nasry “Tito” Asfura, alcalde del Distrito Central (DC), anunció que será hasta 2019 que se observará el impacto de las obras de infraestructura.
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Y es que hasta el próximo año estarán finalizados la mayoría de los proyectos viales.
Por ejemplo, en el bulevar Centroamérica se habilitó en 2017 un paso elevado en la entrada de la colonia Miraflores y un túnel vehicular a la altura de Diunsa y Banco Atlántida, esto con el fin de aliviar el tramo por el que circulan a diario más de 60 mil conductores.
Sin embargo, este panorama no ha mejorado, pues a la altura de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán todavía se encuentra en construcción un paso peatonal subterráneo que se comenzó en abril de 2017 y que está próximo a finalizar.
Asfura advirtió que en las vías cercanas a la colonia Lara, La Reforma, bulevar Los Próceres y bulevar Morazán se formará congestionamiento durante unos ocho meses, producto de los trabajos que se ejecutan en la zona. En cuanto a los conductores que padecen la tortura diaria de permanecer estancados en el tráfico que se forma en la colonia San Ignacio, El Trapiche y Tres Caminos, el conflicto recae en la construcción de la solución Jacaleapa y del túnel que se construye en la primera entrada de la colonia Kennedy.
“Todo el reflujo de vehículos tiene impacto en el tráfico, pero una vez terminado verán cómo mejora la fluidez vehicular, pero seguiremos construyendo”, manifestó Asfura.
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Por su parte, Víctor Aguilar, presidente de la Asociación de Taxistas de Honduras (Ataxish), recomendó que se debe poner en marcha la construcción de 32 bahías en el anillo periférico, y la señalización de las paradas de transporte público “porque los clientes quisieran que uno hiciera parada si es posible enfrente de su casa”.
Además, manifestó que se deben finalizar las obras de infraestructura que se ejecutan en la actualidad antes de que se comience a trabajar en nuevos proyectos.
“Los usuarios se desesperan y nos perjudica a nosotros, deben ser más regular con los horarios porque a veces están habilitadas las calles y otro día las cierran”, manifestó Aguilar.
Por su parte, Rigoberto Izaguirre, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras, explicó que se deberá esperar hasta que se finalicen todos los proyectos viales de la comuna, para determinar si es necesario ejecutar otros proyectos.
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José Estévez, vocero de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), manifestó que las obras de infraestructura sí han tenido impacto positivo en la vialidad, pero que también se requiere de apoyo de parte de los ciudadanos, sin embargo, se debe implementar la educación vial. En la actualidad se trabaja en conjunto con Movilidad Urbana para que más de 270 agentes de la DNVT apoyen a los agentes de Orden Vial de la Alcaldía en las zonas en las que se efectúan construcciones y se custodia el paso de los peatones.
