Tegucigalpa, Honduras
Un arriesgado escenario se contempla a diario con el tendido eléctrico que permanece enmarañado en las principales vías de la capital.
Las zonas de la ciudad más afectadas por esta situación son los bulevares Morazán, Centroamérica, Suyapa, Fuerzas Armadas y Juan Pablo II. A esta lista se suma el sector de los mercados de Comayagüela.
Roberto Zablah, titular de la Dirección de Infraestructura Vial, detalló que uno de los proyectos más ambiciosos que ejecutarán las autoridades locales este año es el de replicar en otros sectores de la capital el soterrado de cables que se realiza en la avenida Gutenberg, que de manera original estaba valorado en 45 millones de lempiras, pero que debido al mal estado de la tubería aumentó su costo en un 30 por ciento.
En este tramo del barrio Guanacaste todavía no se culmina con las labores, pues aún se espera que se realice la división de cables de alta y baja tensión.
Este trabajo iniciará el próximo mes. De manera preliminar se conoce que se replicará este trabajo en la avenida Cervantes de Tegucigalpa y de la primera hasta la quinta avenida de Comayagüela.
Sin embargo, las autoridades locales evaluarán primero las condiciones del sistema de alcantarillado para evitar que suceda lo mismo que en la Gutenberg.
Tal evaluación estará finalizada en febrero. Mientras esta situación se define se retomarán los trabajos para retirar el cableado que sobrecarga la capacidad de 700 libras de los postes.
Solo en 2017 las autoridades locales retiraron más de 54 toneladas de tendido inservible.
Las autoridades de Gerencia de la Construcción recomiendan que en las nuevas urbanizaciones se contemple el cableado subterráneo.
Por su parte, José Estévez, vocero de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), aseveró que los cables sin utilidad son un riesgo para los conductores y peatones.
Francisco Argüelles, coordinador regional Centro Sur de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, lamentó que todavía en la capital se localizan 200 colonias en riesgo por el estado del sistema de cableado.
“Ha empeorado, las empresas de telefonía y cable son las que más afectan por no ser reguladas, esta situación se salió de las manos”, expresó Argüelles.
En 2014 se intentó organizar una comisión para controlar esta situación, pero no se logró concretar nada.
