Tegucigalpa

Vivir en paz y tener trabajo son los anhelos de los capitalinos para 2018

Ante la llegada del año nuevo y pese a la crisis política que enfrenta el país, los ciudadanos se llenan de esperanza y aspiran a que la tranquilidad retorne al país

FOTOGALERÍA
31.12.2017

Tegucigalpa,Honduras
Un nuevo año tocó las puertas. A pocas horas de que se le de la despedida a 2017, la incertidumbre y las expectativas afloran en la población capitalina.

¿Qué nos traerán estos 365 días de 2018 ? ¿Será bueno o peor que el año que se fue?

Pese a la situación actual que enfrenta el país y en particular la capital, cruzar el umbral de 2018 llena de esperanzas a la población que quiere ver cambios positivos.

La crisis política ha dejado un mal sabor, tanto así que los ciudadanos han antepuesto sus deseos personales por abrazar un ferviente anhelo de paz a nivel de ciudad y de nación.

Tranquilidad y trabajo
“Necesitamos que la tranquilidad pueda reinar en la ciudad, que haya paz, que cada mañana nos podamos levantar tranquilos, con la certeza que no nos vamos a encontrar con una toma en las carreteras, quema de llantas o saqueos en los negocios”, clamó Ernestina Zapata, dueña de una tienda de enseres en el centro de la ciudad.

Y es que esta ciudadana al igual que miles de habitantes aún no despiertan de la pesadilla generada por la crisis política que, a su criterio, ha sido lo peor que pudo ocurrirle al país y en particular a la capital.

Para citar un ejemplo, durante diciembre el comercio disminuyó en un 40% y esto que las expectativas apuntaban que en la zona de los mercados se reportarían ventas que dejarían un promedio de 70 millones de lempiras diarios durante la temporada navideña.

Es por ello que debido a esta situación comerciantes como doña María Fajardo esperan que el 2018 sea benevolente y se les deje trabajar tranquilamente.

“No quisiera andar a las carreras, yo soy una persona mayor y que en una de esas me digan que me vienen a saquear mi negocito representaría una gran pérdida para mí”, declaró la vendedora.

Asimismo, los capitalinos suplican porque la crisis política no vaya a afectar la unidad familiar, pues en el pasado situaciones similares han provocado distancias entre parientes .

“No se puede tolerar que por un partido político se distancien las familias, pues la unidad familiar es indispensable”, expresó Isabel Mejía, una ciudadana.

Esperanzas
De acuerdo al sacerdote Tony Salinas, la llegada del nuevo año siempre trae esperanzas y siempre se tienen deseos y expectativas de que las cosas puedan mejorar, pero es cada ciudadano quien tiene que poner sus mejores esfuerzos, contando desde luego con la Providencia Divina.

“Lo que cada uno debe tener como expectativa es el deseo de poner el esfuerzo, no considerar que las cosas que queremos y que van a venir en el año nuevo, sean fruto de algo fortuito, como la buena suerte, los propósitos, están en ponerle a la vida y al tiempo lo mejor de nosotros mismos”, afirmó,

Declaró también que la visión positiva de la vida debe estar siempre en la conciencia e inteligencia, en alcanzar el éxito y que esta solo puede ser de la mano de Dios que es ganancia, porque prodiga a manos llenas su amor y su misericordia.

La salud y la prosperidad también son anhelos que persiguen los capitalinos y sumado a ello el bienestar para sus seres queridos.

Al respecto, Paula Marina Sevilla, pastora del Centro Cristiano Jehová es mi Pastor, ofreció un mensaje de esperanza para los capitalinos.

“Para este 2018 al pueblo de Honduras y en particular a la capital les deseo que tengan salud como prospera tu alma, salud espiritual, física, económica y que cada uno se dé la oportunidad de encontrarse a sí mismo y con Dios para dar lo mejor y que resplandezca el sol de justicia”, manifestó Sevilla. Además, hizo un llamado a los hondureños para que se unan a orar por la paz y tranquilidad del país, donde exista el diálogo para salir de la problemática que se vive.

Horas de adoración
Y como es tradición, la Catedral San Miguel Arcángel dedica en el último día del año 2017 y el primero del año que comienza 40 horas de adoración y oración frente a Jesús Sacramentado.

El propósito de este tiempo es pedir por la paz en Honduras y en ello se unen los grupos, movimientos y parroquias de la Arquidiócesis de Tegucigalpa. “Hacemos esta jornada con la fe puesta en el Señor que es dador de vida, que ilumine el país con su amor, que la paz pueda habitar en nuestros corazones, sobre todo en Honduras”, declaró el párroco Juan Carlos Martínez. Este tiempo iniciará el 31 de diciembre a las 5:00 de la mañana y finaliza el 1 de enero a las 7:00 de la noche con la procesión de Jesús Sacramentado por las calles del centro histórico de Tegucigalpa.