Tegucigalpa

Decretan alerta amarilla para la capital por la saturación de suelos

Los pobladores del barrio Morazán fueron abatidos por el desbordamiento de la quebrada La Orejona. Ropa, colchones y otros enseres fueron donados a las familias que resultaron con pérdidas materiales

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25.10.2017

Tegucigalpa, Honduras
En alerta amarilla por 48 horas se encuentra la ciudad.

La medida preventiva vence este día, misma que podría extenderse en caso de ser necesario, según el personal de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).

Como parte de las acciones de vigilancia, las autoridades municipales decidieron suspender los trabajos que se realizan bajo tierra, en proyectos de infraestructura como los túneles o pasos a desnivel.

Roberto Zablah, gerente de Infraestructura de la Alcaldía, anunció la paralización de los trabajos en unos 12 proyectos de manera temporal para evitar exponer a los obreros ante la saturación del suelo.

Amenaza
Las apasibles corrientes de la quebrada La Orejona tras unos minutos de lluvia se tornaron embravecidas.

El mayor peligro surgió en el antiguo barrio Los Jucos, comunidad que de manera constante roza con la amenaza de las inundaciones.

Una fuerte tormenta desató el peligro en el sector, con la descarga de unos 50 milímetros de agua, dejando a su paso calles, avenidas y viviendas anegadas.

En otras zonas la descarga de lluvia fue mayor, según las autoridades de Emergencia Municipal (Codem), pues informaron que en algunos puntos del Distrito Central se alcanzaron hasta los 100 milímetros de lluvia.

También hubo caída de arboles, deslizamientos y muros de algunas viviendas.

Llamadas de auxilio
En la central del Sistema Nacional de Emergencias 911, a las 5:00 de la tarde del pasado martes se recibieron las primeras alertas sobre personas que habían quedado atrapadas en viviendas y vehículos.

De forma posterior se verificó que se dieron problemas en la colonia Kennedy, El Chile, Alameda, bulevar Centroamérica, Rubén Darío y el anillo periférico, entre otros lugares.

En el barrio Morazán se dio la mayor amenaza: unas 10 viviendas de madera y bloque fueron inundadas de lodillo y basura.

Y es que un muro que resguarda a los pobladores cedió ante los fuertes embates de las corrientes.

“Recuerdo que iba a cocinar la cena de mis tres hijos cuando de repente ya tenía el agua en mis pies”, relató Sindy García, una de las afectadas, mientras barría el agua que se había acumulado en su morada.

Platos, vasos, colchones y estufa de gas, entre otros enseres, fueron parte de las pérdidas de García, quien desde hace cinco años reside en la zona.

“Las autoridades creen que uno vive en estos sectores porque uno lo desea, más no se imaginan que hay personas que estamos sin trabajo y que nos toca vivir en lugares como estos”, comentó la afectada.

Una situación similar vivió Mercedes Díaz, una anciana de 60 años que no tuvo tiempo de sacar sus pocas pertenencias.

Sus lágrimas eran difíciles de contener y su relató de cómo perdió sus escasos bienes era imparable.

“Perdí lo poco que tenía, mi estufa de gas, mis colchones, yo no vivo cerca de la quebrada, pero el agua se metió por la otra parte ya que detrás de mi casa existe una alcantarilla que colapsó”, explicó la anciana.

Las autoridades del Codem informaron que son 69 personas las que perdieron sus objetos personales. En el sector F de la colonia Los Pinos, otra familia resultó damnificada, tras el desplome de su vivienda.

Con el fin de atender la necesidad de los damnificados, las autoridades de la comuna les llevaron colchones.

Ramón Anariba, jefe del Codem, dijo que tras conocer las necesidades se les trató de ayudar.

Con dos tanquetas de agua, kit de alimento y limpieza las autoridades de Copeco se unieron a la actividad.

Julio Quiñónez, comisionado de Copeco para la región del Distrito Central, informó que en la capital se realizaron trabajos de limpieza en calles e inspecciones en viviendas.

“Son 34 familias las que perdieron sus casas, de estas a 18 tenemos que reubicarlas”, reveló.