Tegucigalpa

'Si mi hermano regresa, será para morir”: Pandilleros se adueñaron de su casa

El pariente de 'Rosa' huyó de su vivienda tras recibir serias amenazas de un grupo de mareros de la colonia

05.09.2017

Tegucigalpa, Honduras
Hablar de su lugar de residencia es casi imposible para decenas de familias capitalinas, pues son zonas controladas por maras como reveló “Rosa”.

“No les puedo decir dónde queda la casa ni cómo se llama mi hermano”, dijo nerviosa antes de comenzar a relatar la terrible experiencia de extorsión que vivió su familia, por la cual uno de sus integrantes debió huir para nunca más volver.

“En caso de que mi hermano regrese, sabemos que será para morir, porque la sentencia de la pandilla es que si lo ven en la zona lo asesinarán”.

Antes de salir de la comunidad, al hermano de “Rosa” le obligaron a entregar parte de sus bienes inmuebles, incluso la casa donde él residía, también deseaban que les pagara el impuesto de guerra, pero no aceptó y mejor se alejó de la zona donde se crió.

“Mi hermano vivió 22 años de su vida en esa casa, él comentó que en varias ocasiones escuchó comentarios de extorsión de otras personas. Incluso me dijo que algunos abogados habían cerrado sus bufetes porque no iban a pagar las cantidades de dinero que estas personas solicitaban”.

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Un Estudio de Caracterización del Desplazamiento Interno presentado en 2015 reveló que el 10 por ciento de los ciudadanos abandonan sus hogares por el delito de extorsión, tal como sucedió con el pariente de “Rosa”.

A esto se suma que el 28 por ciento de las víctimas han abandonado sus hogares por las amenazas de muerte de los grupos y que un alto porcentaje decide no regresar por seguridad.

Esta decisión les lleva a mantenerse alejados de sus familiares, sean madres o padres, como sucede con esta familia, ya que las hermanas y papás de la víctima aún permanecen en la zona conflictiva.

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“A mi madre, que vivía con mi hermano, en una ocasión casi le dio un infarto. Los antisociales trataron de meterse en la casa por el techo”, recordó la entrevistada. Foto: EL HERALDO.

“A mi madre, que vivía con mi hermano, en una ocasión casi le dio un infarto. Los antisociales trataron de meterse en la casa por el techo”, recordó la entrevistada. Foto: EL HERALDO.
En un encuentro con su hermano, de acuerdo con Rosa él “me explicó que los pandilleros tienen sus normas y una de ellas es ‘que mire lo que mire uno tiene que callar’”.

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Jair Meza, portavoz de la Secretaría de Seguridad, comentó que se están reforzando los lazos entre las comunidades con el fin de prevenir este tipo de situaciones, lo que ha permitido -en algunas zonas- conocer con más detalle los barrios y colonias.

Las acciones policiales aún no logran generar confianza en la familia de “Rosa”, quien aseguró que han conocido casos de algunos vecinos que denunciaron este problema y luego fueron asesinados sin que hasta el momento se conozca quiénes son los responsables de estos delitos.

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