Tegucigalpa, Honduras
-Disculpe, señora... ¿Sabe quién es el hombre de la Sábana?
-Es Jesucristo, no hay duda, esto no es una mentira, es una realidad.
Este intercambio de palabras fue suficiente para confirmar la devoción que profesa Leda Díaz, una hondureña de 55 años que viajó durante cuatro horas desde Olancho para reafirmar su fe al conocer el lienzo que amortajó el cuerpo del hombre que vino a la Tierra para expiar los pecados de los hijos de Dios.
La réplica exacta del Sudario de Turín es expuesta en la Basílica Menor de Suyapa y es acompañada de una exposición con base científica que respalda la veracidad de la vida de Jesucristo.
“Es una actividad en la que pueden participar personas creyentes y no creyentes, porque es una exposición seria y basada en la ciencia”, manifestó el padre José Antonio Chavarría, vicario de la Basílica Menor de Suyapa.
Gratitud y plegarias
La actividad denominada “¿Quién es el hombre de la Sábana?”, que han organizado un grupo de empresarios liderados por Jorge Canahuati y la Iglesia Católica, es un evento que motiva a las personas a orar, comentó Chavarría.
Entre las principales plegarias que se escuchan murmurar entre las conversaciones que mantienen los creyentes con Dios se enlistan las de mejorar la salud, erradicar la inseguridad y sanar el alma de las personas que han permitido que el mal entre en sus corazones.
Por ejemplo, Dolores Mondragón, de 86 años, acudió con inmensa devoción para pedir por la salud de uno de sus hijos.
“Solo Dios puede darnos salud, hoy he venido para pedir por la de mi hijo y confío en Dios”, comentó Mondragón.
Admirada y con algunas lágrimas en su rostro mientras observaba el rostro de Jesucristo en una imagen expositiva, Anabelina Castillo, de 72 años, otra visitante, aseguró que el Hombre de la Sábana le permitirá sanar sus enfermedades.
“Dios se me reveló, yo sabía que debía venir a conocer el manto sagrado, es una experiencia que agradezco haber vivido”, manifestó Castillo.
