Tegucigalpa

Comerciantes inundan el Paseo Liquidámbar de Tegucigalpa

Son unos 400 comerciantes ambulantes los que se toman a diario los espacios públicos del centro de Tegucigalpa

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14.06.2017

Tegucigalpa, Honduras
Librar al centro histórico de la capital de las ventas ambulantes es una lucha diaria para los agentes municipales.

Se estima que son 400 personas las que cada día tratan de instalar sus puestos en el espacio público del centro de Tegucigalpa los que permanecen vigilados por apenas 90 policías de la comuna.

Para ejemplo, en el Paseo Liquidámbar de 6:00 a 7:00 de la mañana las ofertas que ofrecen los comerciantes se escuchan por doquier, bullicio que retorna a partir de las 5:30 de la tarde.

En estos horarios aún no comienza o acaban de concluir los recorridos de los policías municipales por lo que no existe ningún control de los comerciantes.

En el resto del día los vendedores corretean por los alrededores de la Plaza Central, antigua Casa Presidencial, la Catedral y se instalan por momentos en las aceras, pues se retiran cuando observan que se acercan los encargados de mantener el orden.

Verduras, ropa, artículos de uso personal, zapatos, cobijas y alimentos cocidos son parte de lo que se les ofrece a los más de 5,000 personas que se desplazan por el centro de la ciudad cada día.

Ordenanza
La normativa que prohíbe la presencia de comerciantes ambulantes en la Plaza Central y Paseo Liquidámbar fue aprobada en enero de 2007, según acta 001-2007.

En el documento se estipula que en aplicación a las normas establecidas en la Ley de Protección del Patrimonio Cultural de la Nación, Ley de Municipalidades y Ley de Policía y Convivencia Social no se permitirá la presencia de los comerciantes en la zona.

En la ordenanza se especifica que tal decisión se ejecutará luego de haber llegado a un acuerdo con la Asociación Nacional de Trabajadores Informales de Honduras (Anatreinh), para lograr el descongestionamiento de las calles y avenidas de la ciudad capital, la recuperación de los espacios públicos y las zonas de derecho de vía a través de la reubicación de los vendedores en el mercado La Isla.

Es de esta manera como se llevó a cabo la recuperación de la zona, luego de haber permanecido inundada de comerciantes, pero a partir de ese momento se han dado múltiples enfrentamientos, pues los vendedores aseguran que en el local donde fueron reubicados nunca alcanzaron recuperar los ingresos que percibían al permanecer en la calle.

Karla Espinal, una de las vendedoras que deambula con sus ventas por el centro histórico, confesó a EL HERALDO que ella recibió un puesto en el mercado La Isla, pero solo permaneció en su local durante unos tres meses.

“Estuve durante ese tiempo en mi puesto, pero las ventas eran muy bajas, por lo que decidí regresar a vender a la peatonal, donde acá hago para la comida de mis hijos”, expresó Espinal.

Por esta decisión, Espinal, al cabo de unos meses, perdió el local que se le había asignado.

“Desde que me salí del mercado tengo nueve años de vender acá, nosotros hemos tratado de reunirnos con las autoridades, en ocasiones nos han atendido pero en otras no”, manifestó la vendedora.

Enfrentamientos
Al igual que Espinal, unos 200 comerciantes se ubican solo en el Paseo Liquidámbar, y el pasado martes se enfrentaron una vez más a los efectivos municipales.

El resultado de este nuevo zafarrancho fue de unas ocho personas heridas entre policías y buhoneros.

“Nosotros estamos cumpliendo con una ordenanza municipal, ahora que contamos con más personal los vendedores sienten más la presión, por lo que existen más enfrentamientos”, expresó Denis Espinoza, sargento segundo de Policía Municipal.

Y es que de manera reciente se sumaron 60 nuevos policías municipales para vigilar el casco histórico.

“Contamos con más personal para hacer cumplir la ley, ahora tenemos más resguardada la zona para mantenerla limpia”, explicó Espinoza.

El problema de esta semana se dio luego de que se intentó decomisar la mercadería a una vendedora por permanecer en una zona prohibida, por lo que de inmediato un nutrido grupo de comerciantes llegaron para impedir la acción.

“En ningún momento nuestra intención es confrontar, nosotros solo cumplimos con nuestro trabajo”, dijo.

La ordenanza contempla que en caso de encontrar a un comerciante ambulante en el casco histórico se le debe decomisar el producto y podrá ser devuelto tras el pago de una multa de 500 lempiras, de acuerdo con el entrevistado.

“Esperamos como autoridades que estos enfrentamientos no se den, los comerciantes deben entender que en la capital existen zonas donde no se puede vender, así como nosotros entendemos las necesidades de ellos, pero que se debe trabajar respetando la ley”, expresó Gustavo Andino, titular de la Gerencia de Mercados de la comuna capitalina.

Para resolver este problema, las autoridades municipales en la actualidad ejecutan varios proyectos, entre los más recientes está la habilitación de una terminal de buses en el mercado La Isla y un plan para apoyar a los vendedores del mercado Álvarez.

Además, se está en proceso adquirir el inmueble del Ministerio de Educación con el fin de readecuarlo para que sea un mercado y reubicar a los comerciantes ambulantes.

“Para las autoridades de la Alcaldía es muy difícil albergar la gran cantidad de vendedores ambulantes, por lo que se necesita ayuda del gobierno central y del Congreso Nacional para buscar soluciones”, manifestó Andino.

Y es que según el entrevistado un alto porcentaje de personas al no encontrar trabajo formal buscan ganarse la vida al ofrecer productos en las calles y por la gran afluencia de personas en el centro, es considerado como el lugar más factible para ejercer este tipo de trabajo.

Además, consideró que se debe realizar un estudio sobre la situación real de los comerciantes, “ya que se construyó el mercado La Isla para ayudarles, pero este permanece vacío, en cambio otros mercados están saturados”.

Para el caso, en el mercado Zonal Belén existen más de 600 vendedores ambulantes al interior que dificultan la movilidad de los compradores.

En las plazas San Isidro y Colón es tanta la cantidad de vendedores que estos permanecen rodeados obstaculizando la entrada.

Se estima que más de tres mil comerciantes informales trabajan en la zona comercial de Comayagüela.

Por su parte, los vendedores proponen que se realicen ferias en barrios y colonias populares con el fin de evitar los enfrentamientos.

Los dirigentes de los vendedores ambulantes en las últimas horas han planteado reunirse con las autoridades de la comuna capitalina con el fin de buscar una solución al problema.